El presidente de Azul Azul, Carlos Heller, fue categórico en señalar que la relación contractual de Universidad de Chile con Mauricio Pinilla llegó a su fin. En la conferencia de prensa del pasado martes, el mandamás de la concesionaria le cerró las puertas para algún posible retorno y señaló que «la institución está por sobre los intereses personales», en una clara señal de la tensa salida que tuvo el ex seleccionado chileno de la U.
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Un ambiente hostil que comenzó a cimentarse cuando el ex atacante del Genoa inició las negociaciones de un nuevo contrato con la U bajo la presión del término del vínculo anterior y que lo unía sólo hasta diciembre. En esa ocasión, el ariete exigió una extensión con los universitarios»hasta el año 2020″, según manifestó el gerente deportivo Ronald Fuentes, quien dijo haber descartado la opción porque los términos con él ya habían sido negociados.
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Y es que hace menos de un mes, Pinilla decidió aceptar la renovación hasta diciembre de 2019, pero cuando se enteró del interés de equipos como Racing de Avellaneda o Colón de Santa Fe de contar con él con contratos más largos, cambió de parecer y le comunicó a la dirigencia de la U que quería dejar el club para jugar en la Superliga de Argentina. «La decisión la toma Pinilla porque a él llega una oferta. Desconozco sus reales motivos para haber querido dejar la U», señaló Heller al anunciar la salida de su goleador.
Sin embargo, este problema no fue el único que tuvo el atacante con la concesionaria, con quien discutió sobre las responsabilidades que tenía cada quien en el caso de la cámara de fotos que Pinilla destruyó en el estadio Elías Figueroa. Dado que el fotógrafo estaba tan cerca de la cancha, según el jugador, la responsabilidad era de él e, incluso, ponía en peligro una posible lesión. Esa postura obligó a la concesionaria a negociar con el medio afectado para pagar el artefacto, debido a la negativa del ex Atalanta por hacerlo.
Tenso ambiente con el plantel
A pesar de que intentaba llevarse bien con la mayoría del plantel y era escuchado en la cancha, las sobreactuaciones de Pinilla nunca agradaron en el plantel universitario. Sin dudar de su calidad futbolística, a sus compañeros no le gustaba la hiperbolización de su amor por la U y menos en redes sociales, ya que dejaba en entredicho las ganas del resto sobre sus ganas de jugar por los azules.
Uno de los ejemplos más claros de esa molestia lo entregó el lateral Jean Beausejour en el Superclásico frente a Colo Colo del primer semestre, ya que, al ser expulsado, Pinilla le fue a gritar eufóricamente al seleccionado nacional que saliera rápido de la cancha. Ante ese gesto, que lo hizo quedar mal con la hinchada azul, Bose reaccionó con golpes, molesto por la incómoda posición en la que había quedado a los ojos de todos, sobe todo pensando en su pasado en el Cacique.
Dentro de esa misma lógica, y durante el duelo posterior al clásico, la barra de Los de Abajo colgó un lienzo en el que pedían a Pinilla como capitán y a Beausejour fuera de la U. Una frase que dejó conflictos en el camarín, ya que puso en duda el liderazgo del capitán Johnny Herrera frente a la fanaticada.
El fantasmal período con Kudelka
Por otra parte, Pinilla también generó un lío muy grande al dejar la concentración de la U en Antofagasta el pasado fin de semana a menos de 24 horas del duelo contra los Pumas. Un asunto que generó mucho molestia en el cuerpo técnico del argentino, pensando en que lo había utilizado como titular durante todos los entrenamientos de la semana y al complejo escenario de lesiones que arrastraba el delantero desde las últimas semanas.
Debido a una lesión lumbar que presentó el jugador formado en la U, y por la que fue operado, el ariete sólo jugo dos partidos en la era Kudelka, ante La Serena y Colchagua en Copa Chile. Después de eso, su aporte fue escaso para el ex DT de Talleres, ya que muchos de los días en los que coincidieron en el CDA, Pinilla estuvo concentrado en los comentarios deportivos para Televisión Nacional durante el Mundial de Rusia 2018.
Fiel a su estilo, el tercer período de Pinilla por la U no estuvo exento de polémicas, y dejó más sensaciones amargas que los títulos prometidos de ganar en su segundo regreso al club universitario.