4.110 días pasaron para ver a Colo Colo en los octavos de final de la Copa Libertadores, y el equipo chileno respondió muy bien, porque le ganó por 1-0 a Corinthians en el Monumental, mostrando un juego sólido, con lo que puede animarse a seguir «picando» alto en el certamen internacional.
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Partido inteligente del Cacique en el comienzo, porque cada vez que tomaba la pelota salía rápido en ataque, teniendo a dos hombres clave a la hora de atacar: Óscar Opazo y Damián Pérez, quienes les «comían» las espaldas a sus marcadores por las bandas.
Párrafo aparte para Jorge Valdivia, la luz en el equipo que vistió completamente de blanco, porque estaba claro en su juego y cuando tomaba la pelota hacía daño.
Las «torres» de arriba molestaban. Lucas Barrios lo intentó con un cabezazo y luego Esteban Paredes hizo trabajar a Cassio con un zurdazo que se fue al córner. Como se dice popularmente, «el gol estaba calentito».
El buen partido que hacía Colo Colo se trasladó al marcador en los 38′. Pase profundo de Valdivia para Opazo, quien llega exigido, pero manda un centro perfecto, que conecta Barrios y obliga a Cassio a dar rebote, justo ahí estaba Carlos Carmona, que con un derechazo potente puso el 1-0. Macul explotó. Gran parte de Chile también.
Poco pasó después del tanto del volante. La gente en el Monumental no podía más de la alegría y gritaba con todo. Partido copero, ambiente de Libertadores. Emociones al por mayor en Santiago de Chile.
Complemento apretado
La segunda parte no podía empezar mejor para Colo Colo, porque en los 54′ se quedó con un hombre más en cancha. El volante central Gabriel le pegó una «plancha» a Carmona, otra vez protagonista, y el juez colombiano Wilmar Roldán le tuvo que mostrar la segunda amarilla, por ende la roja. El Timao estaba en problemas, con uno menos y con la cuenta en su contra.
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Los albos seguían dominando con propiedad, buscaban, querían, luchaban, presionaban. Pensaban que era una linda ocasión para estirar las cifras, y así la diferencia en la llave, sin embargo, Cassio sacaba lo que le tiraban.
Héctor Tapia movió la pizarra en los 67′, porque sacó a un extenuado Opazo, que además tenía amarilla, y dio paso a Gonzalo Fierro, con la clara idea de seguir haciendo daño por las bandas.
La primera jugada de Fierro quedó en la retina de los hinchas albos, porque el veterano lateral desbordó por la derecha y metió un centro que dio en la mano de Avelar, era penal, clarísimo, pero Roldán no se hizo problemas y dijo «juegue, juegue». Un momento que puede terminar siendo vital en la serie.
Sobre los 80′ el nerviosismo se apoderó de los chilenos, porque Colo Colo se enredó en la mitad de la cancha tras la salida de Carmona y el ingreso de Jaime Valdés. Corinthians de a poco molestaba, y con fútbol asociado llegaba al arco de Agustín Orión.
Cuando los paulistas asomaban, el elenco albo estuvo a un paso del segundo. Primero Valdés tomó las banderas y clavó un derechazo seco, abajo, que sacó Cassio como pudo y tomó el rebote Pérez, aunque se puso nervioso, mandándola lejos.
Luego el propio Pérez encaró por la izquierda y metió un centro para Lucas, que definió abajo con clases, obligando el lucimiento del arquero mundialista brasileño. La tapada del partido. Emociones hasta el final en Macul.
Colo Colo «peloteó» a Corinthians hasta el final, el segundo asomó, pero nunca llegó. Un 1-0 que terminado el partido asoma como escueto. Todo se define el 29 de agosto en Sao Paulo.
Sabemos que en la Copa Libertadores todo puede pasar…
Revisa el gol de Carmona:
Así vivimos el minuto a minuto
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