En tiempos donde los conceptos banderazos y arengazos son confundidos con un entrenamiento abierto para dedicar cantos al archirrival o donde, incluso, se han vivido episodios de violencia como la balacera a fines del julio en el Centro Deportivo Azul, lo que sucedió en Puerto Montt con el gesto de los barristas locales hacia los escasos fanáticos de San Marcos de Arica, es para aplaudir.
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Ambas ciudades están separadas por poco más de 3000 kilómetros, pero, según contó uno de los hinchas del elenco nortinos, Sebastián Godoy, esa misma lejanía hace que los forofos se apoyen por el sacrificio que implicar viajar a alentar al equipo de sus amores. Al menos, así quedó claro el pasado fin de semana en el estadio Chinquihue, cuando los fanáticos puertomontinos se acercaron hasta el sector visitante para entregarles comida y bebidas a los abnegados ariqueños, que llegaron a apoyar a su equipo en un difícil momento.
En un texto publicado en el Facebook de X Fútbol, Godoy contó que «el carabinero los dejó entrar y se acercaron hacia nosotros, nos entregaron unas bebidas y unos panes ave mayo, jamás me había tocado vivir algo así, fue emocionante, no sé, indescriptible, solo les dije: ¿VERDAD? y con mis amigos (Sebastián Jara y Marcos), que también venían de Arica, nos miramos y dijimos esto no se da siempre, uno no sabe que estas cosas pasan, pasan anónimamente y desapercibidas»
Un hecho que dejó gratamente sorprendidos a los nortinos, quienes prometieron devolver la mano cuando los hinchas de Puerto Montt vayan a la ciudad de la eterna primavera: «Publiqué lo que me había pasado en un estado de Facebook, se viralizó bastante y me escribieron, se los agradecí un montón. Ya va llegar el día que ellos vendrán a Arica y seré yo ahora el que devolverá la bienvenida», enfatizó Godoy.
De cara al Superclásico, donde se enfrentan los equipos más grande de Chile y donde los barristas hacen su show aparte, a veces de forma lamentable y condenable, el hincha del Bravo es claro en su apreciación: «hay barras bravas que creen que la mejor es la que hace más destrozos, la que roba más trapos o camisetas, pero la mejor es la que está cada domingo en el estadio y no viéndolo por televisión, o también las que hacen gestos de humildad como lo hacen los de Puerto Montt».
Un gesto que ayudó a apaciguar la pena de la derrota, ya que Puerto Montt goleó 3 a 0 a un San Marcos que se hunde en el fondo de la tabla y comienza a rezar para no caer a la Segunda División.