El Superclásico entre Colo Colo y Universidad de Chile del pasado sábado estuvo marcado por la gran cantidad de fuegos de artificio y bengalas que lanzó la barra de los albos en el Estadio Monumental. Pese a que el Plan Estadio Seguro había permitido la utilización de «bombos, banda musical, lienzos, humo de color y pirotecnia con empresa acreditada», no había permiso para usar los cohetes de fuego que cayeron en la cancha de Macul.
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Y es que cuando el juez Julio Bascuñán estaba a punto de dar inicio al segundo tiempo, la presencia del arquero Johnny Herrera en el arco norte del recinto provocó que los barristas del Cacique lanzaran muchas bengalas que pudieron impactar en el capitán universitario, y que incluso saltaron hasta el sector sur, cerca del guardameta local Agustín Orión.
Ante ese escenario, y con la demora de cerca de siete minutos para reanudar el compromiso, la dirigencia de Azul Azul reclamó por la falta de seguridad que presentó el Monumental para un partido de esta envergadura. El propio presidente de la concesionaria que administra a la U, Carlos Heller, calificó de «impresentable» lo ocurrido en Pedrero y emplazó a la ANFP para que tome las medidas pertinentes del caso junto a la Intendencia.
«Estoy muy molesto por la seguridad exhibida en este estadio. Es impresentable la cantidad de fuegos de artificio y las bengalas que casi caen en la cabeza de nuestro arquero, e incluso a un jugador de ellos le pasó muy cerca de la cara, entonces yo no sé hasta dónde vamos a llegar. Esto no corresponde al espectáculo, parecía una guerra.Emplazó a la ANFP para que se ponga los pantalones con esto porque no sé hasta donde vamos a llegar con el tema de la seguridad. En la semana haremos un reclamo formal», apuntó Heller tras el partido.
El Monumental a capilla
El recinto de Macul ya había sido fuertemente criticado por la gran cantidad de falencias que presentó para el duelo frente a Corinthians por Copa Libertadores, del pasado 8 de agosto, y que puso en duda su utilización para eventos de gran magnitud.
La falta de estacionamientos, la gente de pie en las escaleras, lienzos en los acrílicos, problemas de visibilidad en el recinto y el improvisado sector para la hinchada visitante, fueron algunos de los problemas que dejaron en manifiesto la necesidad de mejoras en Macul, y que incluso están en estudio por parte de la Intendencia Metropolitana; más aún luego de los bengalazos ocurridos en el pasado Superclásico.
Por otra parte, y sumándose a las palabras de Heller, Herrera fue más allá y comparó el escenario vivido en el Superclásico con lo que ocurre en la cárcel de Colina 1. Junto a eso, el portero también puso en duda la posibilidad de utilizar el Monumental a futuro, dado que es uno de los recintos donde más ocurren sucesos ilícitos de este tipo a su juicio.
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«Sin ofender a nadie, no sabía si estaba en Colina 1 o en una cancha de fútbol. No sé qué esperamos, ojalá que se entienda como crítica constructiva ¿esperamos que le saquen un ojo a un niño como en Bolivia para tomar medidas?«, apuntó Herrera luego de la derrota 1 a 0 frente a los albos.
«Sé que tenían la potestad de tirar fuegos artificiales, pero uno casi agarra a un jugador de ellos, a mí me explotaron a dos metros. Son situaciones insólitas que sólo se viven en este estadio, situaciones que hay que erradicar. Parecía que estábamos jugando en una selva y hay que ser más desarrollados. Si ellos siguen jugando en su estadio se tienen que tomar las medidas apropiadas», añadió el guardameta.