Un poderoso terremoto a 65 kilómetros de Sapporo, en Hokkaido, la principal isla del norte de Japón, ocasionó decenas de aludes que dejaron casas bajo ríos de lodo, rocas y troncos, provocando esfuerzos desesperados por desenterrar a cualquier persona que hubiese sobrevivido al nuevo desastre natural que azotó a los nipones a sólo días de sufrir con el tifón Tebi, en Osaka.
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El movimiento telúrico de magnitud 6,7 que despertó en la madrugada a los habitantes de la principal ciudad de la isla de Hokkaido, donde la Roja se encontraba concentrando para el partido ante Japón, el que finalmente fue suspendido, dejo, al menos, nueve personas fallecidas, 366 heridos, y 30 desaparecidos, según informó el primer ministro de Japón, Shinzo Abe.
Pero el terremoto no sólo provocó decesos humanos, sino que también paralizó la isla con un corte de luz que dejó a casi 3 millones de clientes sin suministro eléctrico, el que empieza a volver con el paso de las horas. Además, los habitantes de Sapporo y alrededores quedaron sin agua ni teléfono, además de ver suspendido el servicio de trenes, locomoción pública y sufrir el cierre del aeropuerto, lo que, por el momento, tiene aislada la Roja y sin seguridad de cuándo podrán evacuar la ciudad para preparar el partido con Corea del Sur, programado para el próximo martes 11 de septiembre en Seúl.
La crítica situación que se vive en la isla de Hokkaido obligó al primer ministro japonés a enviar 25.000 soldados y distintos funcionaros estatales para ayudar en el rescate de personas y la remoción de escombros.