El Gráfico Chile

La historia del “ermitaño” de Pucón que va por la Avalancha con su snowboard sobre los hombros

Jeremy Hatcher vive solo en los faldeos del Villarrica. El volcán es literalmente el patio de su casa, donde buscará, tras ser tercero y segundo en las ediciones anteriores, el título del certamen de descenso más extremo del país.

Uno de los eventos de nieve más extremos de nuestro país se llevará a cabo esta semana. Se trata del Patagonia Avalancha en el Volcán, certamen internacional que este año tendrá su octava edición en el Villarrica, uno de los más activos del planeta.

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Dentro de la categoría masculina de snowboard, destaca la presencia de Jeremy Hatcher. Oriundo de Pucón, remató tercero en el 2016 y segundo en el 2017 -superado por el francés Cedric Giraudeau-, por lo que esta vez podría ser la vencida.

Más allá de la posición final, el local está tranquilo, tal como el entorno que lo rodea día a día. “Si lo entregas todo, cualquier resultado te deja satisfecho”, advierte.

 

El volcán, su patio

El Jere cuenta con cierta ventaja respecto a sus rivales, la cual le permite hacerles frente a riders profesionales, siendo él un practicante amateur. El Villarrica, literalmente, es el «patio de su casa».

Hace tres años y medio, decidió dejar la capital para irse a vivir solo a los faldeos del volcán. Desde ahí, sigue trabajando en sus proyectos audiovisuales junto a la productora Tres Tercios, de la cual es socio fundador.

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Aprovechando sus ratos libres, y como también se dedica a los deportes de nieve desde niño, se ha preparado con todo para esta octava versión del Avalancha. La carrera de freeride consiste en subir hasta el cráter a pie y con la tabla en los hombros, y descender hasta la base en el menor tiempo posible.

En ese sentido, el acondicionamiento físico es clave. “Tiene un poco de locura exigirse tanto, por lo que, al final, la prueba es con uno mismo”, explica el puconino.

«Es difícil entrenar para una competencia como ésta, ya que en ningún escenario bajas ‘lo más rápido que puedas'», continúa Hatcher. «A la velocidad con que se baja, uno se va a caer siempre. La cuestión es pararse rápidamente, ahí está el secreto», cierra.

Jeremy conoce de cerca los secretos de su «jardín».

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