De un tiempo a esta parte, las carreras de Marcelo Díaz y Pablo Hernández han pasado a estar íntimamente ligadas a nivel de clubes, pero han sido totalmente opuestas en cuanto a la selección chilena se refiere. En el 2016, con la llegada de Carepato a España, jugaban a centímetros de diferencia en el mediocampo del Celta, mientras que hoy lo hacen a 300 metros.
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Ésa es la distancia que hay entre el estadio de Racing, donde el Chelo está dejando muy buenas impresiones en sus primeros partidos en el líder de la Superliga Argentina, y el de Independiente, donde el Tucu empieza a adueñarse de la mitad de la cancha. Incluso, ya levantó una copa, la Suruga Bank, siendo figura en el encuentro ante el Cerezo Osaka en Japón.
También viven historias antagónicas en la Selección, ya que mientras el surgido en Universidad de Chile viene en picada desde el final del ciclo de Juan Antonio Pizzi y no ha sido citado por Reinaldo Rueda desde su arribo, el ex O’Higgins se convirtió en un puntal del esquema de Macanudo y ha conservado ese estatus con el colombiano en la banca.
Avellaneda separa lo que otrora unió Vigo. Y la Roja está más cargada hacia el lado del que cada fin de semana viste justamente de rojo.
El inicio “perfecto” de Carepato
Lo llamaron el partido “perfecto”. El domingo antepasado, la Academia venció a Rosario Central en el Cilindro de Avellaneda y quedó como exclusivo puntero de la Superliga Argentina.
En ese encuentro, Díaz debutó como titular en la casa de su nuevo equipo y mostró un rendimiento sobresaliente. Entregó 63 pases con una efectividad del 96.9 por ciento y sólo hizo un foul, estadísticas ampliamente destacadas por la prensa transandina.
“Cuando aterrizas en Racing, la primera impresión, más que en ningún otro lado, es muy tenida en cuenta. Sorteó bien eso”, explica José Chatruc, ídolo del cuadro albiceleste. “Lo más importante acá es caer bien de entrada, algo que parece simple, pero no lo es tanto. Además, para un chileno hay una mirada extra, porque hay cierta rivalidad futbolística”, complementa el campeón con el recordado elenco de Reinaldo Merlo, en el 2001.
El Pepe resalta dos características de Carepato, demostradas ante el Canalla. “Su precisión y su personalidad. Al ser un jugador de selección, tiene un plus en cualquier liga que caiga. Debe adaptarse a la de acá, pero cuando hay calidad, eso no es ningún impedimento. Tiene todo para sumar y me parece que es una excelente incorporación”, celebra.
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Igualmente, el ex volante subraya que los dotes de líder del Chelo podrían ser bastante útiles. “Si bien hay un gran plantel y está Lisandro López, que es ídolo, es muy frontal y a veces choca con los técnicos. Por eso, quizá hace falta alguien que tenga más diálogo y que baje una línea. También está el caso de Ricardo Centurión, que es complicado de llevar, porque más allá de que lo quieren mucho, es rebelde y no es fácil manejarlo.
Entonces, jugadores de experiencia, de pergaminos, que tengan peso en el vestuario, siempre suman”, describe el hoy panelista de televisión.
Por último, el otrora mediocampista advierte que El Primer Grande, como se autodenominan los racinguistas, es un sitio ideal para que el nacido en Padre Hurtado vuelva a la Roja. “Yo creo que le va a venir bien jugar aquí, porque tiene repercusión y puede pelear un campeonato, así que si logra un nivel aceptable y sigue creciendo, será una presión para cualquier técnico. Un chileno rompiéndola acá trasciende mucho, tiene una carta a favor para volver a la Selección”, cierra.
Paso a paso, como diría Mostaza.
El Tucu se vuelve a mostrar en Argentina
“El tiempista que todo Independiente esperaba”. El calificativo que le dio el diario La Nación de Argentina a Pedro Pablo Hernández refleja el buen momento que está viviendo el mediocampista en su retorno al fútbol trasandino.
Después de cinco años, cuando dejó Argentinos Juniors para emigrar a O’Higgins y después jugar en el Celta de Vigo de España, el Tucu volvió a su país natal, el que hoy ya no representa por optar por la Roja, para jugar en un grande como Independiente y no ha decepcionado.
Con camiseta de titular ya ganada en el poco tiempo que lleva en el Rojo, el volante está impresionando y dejando una grata impresión en sus compañeros, cuerpo técnico, hinchas y también históricos. Tanto así, que puede ser un pilar clave en el deseo que hay de volver a ganar la Libertadores.
“Independiente, teniendo aspiraciones altas, buscó jerarquía en sus jugadores. Teniendo eso se hace un equipo competitivo. Hernández se acopló muy rápido al juego del técnico, es un jugador importante, está marcando un buen juego, y un buen desempeño partido tras partido. Se adaptó muy bien al juego de Ariel Holan”, dice Miguel Ángel Santoro, histórico arquero del Rojo, club con el que como jugador ganó cuatro Libertadores, una Interamericana y otra Intercontinental.
“Le da pausa, creatividad y tiene llegada de gol. Un jugador de esa envergadura le da prestigio a cualquier club, cualquiera quisiera tenerlo e Independiente tiene ese privilegio. El jugador tiene roce internacional europeo y eso le dio temple para no sentir la presión del público, jugar con tranquilidad y demostrar el juego”, agrega en conversación con El Gráfico Chile el que también fuera técnico de Independiente.
Por lo mismo, con el nivel que está teniendo Pedro Pablo Hernández, así como Francisco Gato Silva en la marca, Pepe, como era conocido Santoro en su época, se ilusiona en grande con volver a ganar la Libertadores que él supo levantar en cuatro ocasiones.
“Con los jugadores que incorporó y con los que tenía, puede formar un equipo muy bueno y que le daría la oportunidad de competir la Copa”, concluye.
Al menos queda claro que al Tucu Hernández el rojo le sienta bien.