Largos 21 años tuvieron que pasar para que Colo Colo volviera a disputar los cuartos de final de Copa Libertadores y el resultado no fue el esperado: una derrota por 2 a 0 ante Palmeiras en el Monumental los deja muy complicados y con la misión de ir a ganar al Allianz Parque para clasificar a semifinales.
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Tras el pitazo final, en el camarín de Colo Colo la desazón y la rabia se apoderaron de los jugadores. Si bien, de manera interna muchos piensan que el 2-0 fue un resultado injusto, la mayor tristeza fue no plasmar en cancha el juego que el plantel se propuso.
Fue así como las caras largas abundaron en el camarín albo y uno que, por ejemplo, reflejó la desazón fue el defensa Matías Zaldivia, quien abandonó primero el vestuario y se subió a su automóvil con la tristeza a cuestas.
Algunos conversaron con los familiares que llegaron a buscarlos, pero las caras de amargura reinaban en el equipo. Es más, el volante Jorge Valdivia ni siquiera pudo contener las lágrimas por la caída ante el Verdao.
Para el camarín albo, la caída y la diferencia de goles fue un duro golpe, pero están confiados en realizar una buena presentación el 3 de octubre en Sao Paulo. Por lo mismo, la ilusión de clasificar a las semifinales se mantiene viva y tras el duelo, pese a que el ánimo no era de los mejores, el equipo se juramentó dejar la vida el próximo 3 de octubre en el Allianz Parque.