Colo Colo tenía una misión casi imposible ante Palmeiras en el estadio Allianz Parque de Sao Paulo, ya que debía dar vuelta el 2-0 sufrido en el Monumental hace un par de semanas. Sin embargo, esa necesidad no se vio reflejada en el esquema que planteó desde el inicio Héctor Tapia en Brasil, con apenas un delantero en cancha tras la lesión de Esteban Paredes, y terminó pagando cara su falta de ambición con un 2-0 que lo dejó fuera de carrera en los cuartos de final de la Copa Libertadores.
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Con tres volantes de contención, Claudio Baeza, Carlos Carmona y Esteban Pavez, Jorge Valdivia estaba muy solo en las labores de creación y Lucas Barrios deambulaba a “kilómetros” del arco rival. Eso se vio reflejado en un primer tiempo donde los albos ni siquiera se acercaron al pórtico de Weverton.
Pese al poblado mediocampo del Cacique, a los 37 minutos, Dudu entró por el centro y sacó un zurdazo inatajable para Agustín Orión. Con ese 1-0, el equipo nacional necesitaba tres goles para conseguir la clasificación.
A los 44’, Baeza salió lesionado, pero Tito decidió no hacer un cambio ofensivo y mandó al terreno de juego a Felipe Campos como lateral derecho, para que Óscar Opazo se moviera a la banda izquierda y Gabriel Suazo se trasladara a la zona de corte. El planteamiento mezquino se mantenía, a pesar de las necesidades.
Así se fueron al descanso. Soñar con el boleto a las semifinales era una utopía, no sólo por el resultado, sino también por la actitud.
Penal y KO
Tras desaprovechar los primeros 45 minutos, Tapia decidió hacer ingresar a Iván Morales por Julio Barroso. Por lo menos, el mensaje era distinto.
Sin embargo, ya era tarde, sobre todo después de lo que pasó a poco de iniciarse el complemento. Opazo derribó en el área al siempre peligroso Dudu y el árbitro colombiano Wilmar Roldán no dudó en cobrar penal. Su compatriota “cafetero” Miguel Borja sacó un derechazo imparable para poner el 2-0, a los 53’, y dar por sentenciada la llave.
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Con todo definido, lo que siguió fue un trámite. Lejos del descuento, estuvo más cerca de llegar el tercero del Palmeiras. Un tiro libre del capitán Bruno Henrique pegó en el travesaño, cuando iban 70’.
Un Colo Colo desmoralizado continuó viendo cómo el “Verdao” dominaba la pelota y merodeaba el arco de Orión. El “Cacique” sólo se dedicaba a esperar el pitazo final del juez.
Cuando éste se produjo, se consumó la eliminación de los albos del certamen continental, donde no llegaban a esta instancia desde 1997. Pese al logro, las sensaciones finales dejadas en Sao Paulo no fueron para nada positivas.
Lo que también es negativo es la racha de seis derrotas seguidas, la segunda peor en la historia del club. La salida de “Tito” a fin de año parece estar sentenciada.
El minuto a minuto
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