Los días pasan y Harold Mayne Nicholls sigue corriendo solo hacia la presidencia de la ANFP. Tras las bajadas de Francisco Ceresuela y Pablo Milad, el denominado oficialismo y la oposición siguen sin poder levantar un candidato para las elecciones presidenciales del próximo 29 de noviembre.
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El plazo final para la inscripción de lista vence el 23 de octubre, y en el denominado bloque del «continuismo» están tratando de convencer a contrarreloj a algún nombre que decida lanzarse a la carrera por el sillón de avenida Quilín.
De la lista que manejaba el denominado grupo que busca mantener el proceso que lideró Arturo Salah, varios nombres ya se cayeron. Francisco Ceresuela, Jorge Lafrentz y Fernando Awad comunicaron que por motivos personales no tomarían la propuesta. En tanto, Ricardo Abumohor indicó que no le interesa ser parte del proceso.
Con este panorama, el G-8 maneja sólo dos nombres: Gaspar Goycolea y Sebastián Moreno, quienes aún no comunican su decisión. Los dos miembros del directorio que preside aún Arturo Salah son las últimas cartas que maneja el continuismo.
«Estamos intentando con ellos, son nuestras últimas cartas, pero ambas familias se oponen a que vayan de candidato, es un tema muy complejo», afirma una fuente cercana a las negociaciones, quien sostiene que “la verdad es que la ANFP es un fierro caliente que nadie quiere agarrar«.
La misma fuente asegura que durante «estos días han existido una especie de terror político, que no sé de dónde viene, para frenar la candidatura de Harold Mayne Nicholls. Han intentado hablar con Juan Tagle para levantar una lista, pero tiene cero posibilidad».
La lucha por el sillón de Quilín solo tiene a Mayne-Nicholls en carrera. Por ahora…