El volante de Colo Colo, Jorge Valdivia, es todo un ídolo en Palmeiras y así quedó claro en el encuentro que jugaron este jueves los dos equipos de sus amores, por la vuelta de los cuartos de final de la Copa Libertadores. Sabiendo todo lo que entregó al club, los fanáticos del Verdao lo recibieron con aplausos en el Allianz Parque y luego, con la clasificación de los brasileños a semifinales y la tristeza del Mago, lo despidieron con cánticos en su honor.
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Sin embargo, pese al cariño del público, la nueva casa de Palmeiras, el Allianz Parque, inaugurado en 2014 y que vino a reemplazar al antiguo estadio Palestra Italia, donde el Mago brilló y lo transformó en su «segundo hogar», ha sido ingrata con el volante y lo ha hecho vivir dos de los peores momentos de sus carrera: la eliminación de Colo Colo y una derrota con Chile ante Brasil que los dejó sin opción de clasificar al Mundial de Rusia 2018.
En un año, Valdivia sólo ha sabido de duras derrotas en el moderno nuevo estadio del Verdao. Primero, en octubre de 2017, vino la caída por 3 a 0 ante el Scratch en la última fecha de las Clasificatorias, que dejó a la Roja sin un cupo a la Copa del Mundo, y ahora, el 3 de octubre, quedará marcada como la fecha que los albos se despidieron del torneo continental.
La historia de malos momentos se reescribió en sólo un año y Valdivia, pese a los esfuerzos, estuvo lejos de poder mostrar su magia. Además de la escasa compañía que tuvo de sus compañeros en Colo Colo para poder crear juego, generado por el defensivo planteamiento de Héctor Tapia, el Mago tuvo la constante marca personal de Thiago Santos, quien no lo dejó moverse durante todo el partido.
«Es un gran jugador, hoy (miércoles) lo hizo muy bien. En estos días es difícil ver una marca personal en el fútbol, pero si Felipao (Luiz Felipe Scolari, técnico de Palmeiras) lo hizo es porque sabía que yo podía desarmar la buena marcación que tiene«, dijo.
A diferencia de la ida, donde se lució en el estadio Monumental pese a la derrota por 2 a 0, ahora no pudo mostrar su talento. El Allianz Parque, muy por el contrario al Palestra Italia, parece no estar construido para la magia de Valdivia y así quedó en claro con la nueva caída por 2 a 0 que sufrieron ante un superior Palmeiras y que los eliminó de la Copa Libertadores.
«Es parte de nuestra profesión. Vine aquí, traté de ganar, y el fútbol es así, puedes ganar o perder. Perdí las últimas dos veces que vine para acá. Me voy triste por la eliminación, pero estoy orgulloso del grupo de jugadores. Sé del cariño que los hinchas de Palmeiras tienen por mí, estuvo mucho tiempo aquí, con cosas positivas y negativas, aunque siempre fueron más positivas, y me voy contento por el cariño que recibí, no sólo hoy sino que también durante la semana», concluyó un Valdivia que no sabe de ganar en su nuevo «segundo hogar».