El venezolano Yeferson Soteldo vivió semanas muy complicadas en Universidad de Chile, luego de protagonizar un acto de indisciplina que lo hizo perderse uno de los entrenamientos previos a la semifinal de Copa Chile perdida ante Palestino. Debido a su error, el jugador tuvo que reconocer y pedir disculpas al cuerpo técnico de Frank Kudelka, quienes se molestaron por su actuar y lo castigaron con una fecha de suspensión que se hizo válida en la victoria 2 a 0 frente a Everton.
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Pese a eso, Soteldo entendió que debía demostrar un cambio y también sus ganas de quedarse en la U, en medio de las negociaciones para su continuidad con los azules. Ante eso, su reivindicación comenzó visitando a sus compañeros en el Estadio Nacional la semana pasada, a diferencia de, por ejemplo, Gonzalo Jara, que no se asomó para alentar a sus compañeros en Ñuñoa tras no ser citado para el encuentro ante los viñamarinos. El atacante, en tanto, tuvo otra estrategia que planeó desde que se disculpó y esa acción fue sólo el inicio.
Tras asumir su error, Kudelka entendió que el Chamo quería volver a ganarse la confianza de los hinchas de la U en cancha y lo hizo entrenar como titular toda la semana en el Centro Deportivo Azul, pensando en el clásico Universitario de este sábado contra Universidad Católica. En retribución, Soteldo le respondió a cabalidad.
Con la barra azul
A pesar de no partir cómodo en el primer tiempo, en la segunda etapa se cambió de banda para buscar el error de Stefano Magnasco y lo consiguió. Luego de una pulcra jugada iniciada por David Pizarro, Soteldo fusiló al arquero Matias Dituro, cerró el 2 a 0 frente a los cruzados y se fue directo a celebrar con la barra de Los de Abajo para cerrar con ellos, uno de sus capítulos más oscuros durante su estadía en la U.
«Han sido días amargos, por todo lo que había pasado. Sabía que la única forma era demostrarle a mis compañeros era esta y me fui contento, porque todo el equipo hizo un buen partido y ahora quiero disfrutar. Desde que empezó la semana sabía que tenía que demostrarle a mis compañeros que se podía», aseguró Soteldo una vez terminado el partido.
Reconocido como el jugador «distinto» que tienen los universitarios, tanto Kudelka como sus compañeros de equipo reconocen su esfuerzo y alabaron el juego que demostró en Ñuñoa. «Entiendo sus capacidades naturales, que están a la vista y se traducen para jugar más para el equipo. Cuando empiece a entender más el juego y que hay veces que puede ser un receptor directo o de segunda, o de tercera jugada, ahí va a ser un peligro siempre«, manifestó el entrenador laico.
«Es el distinto que tenemos y cuando está prendido es otro. Él tenía que aparecer, lo hizo y ayuda bastante y nos da confianza para la recta final del torneo», agregó el delantero Isaac Díaz.
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