El Allianz Parque estaba repleto y era una caldera. Boca Juniors contaba con cierta cuenta de ahorro, tras haber ganado en la ida por 2 a o, la semana pasada en La Bombonera. Palmeiras iba por la hazaña ante su gente, pero no lo pudo lograr. Ambos elencos empataron a dos goles y gracias al VAR y las anotaciones de visita, el elenco de Barros Schelotto pasó a la final de la Copa Libertadores.
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Y sin duda que será una final soñada, menos para los hinchas de Gremio y el Verdao, los equipos eliminados por River y Boca, respectivamente. El Millonario y el Xeneize protagonizarán una disputa inédita por el certamen continental y la Conmebol ya se frota las manos por todo lo que esto conlleva.
En lo concerciente al partido, Boca se plantó de igual a igual y buscando el gol del visita. Por su parte, Palmeiras también fue bastante punzante e incluso abrió la cuenta, por intermedio de Bruno Henrique. Pero, otra vez apareció el VAR, invalidando la conquista del delantero, por posición de adelanto previa del volante Deyverson.
Y esto fue lo peor que le ocurrió a los dirigidos de Luis Felipe Scolari. La anulación los desanimó y esto fue aprovechado por los argentinos, quienes comenzaron a atacar cada vez más la portería de Weverton. A los 18′, vino el baldazo de agua fría: Ramón Wanchope Ábila aprovechó las licencias defensivas, tras centro de Sebastián Villa y convirtió la apertura de la cuenta.
45 minutos de alto vuelo
El gol de visita era mucha diferencia para Palmeiras. Estaba obligado a hacer cuatro conquistas más, cosa que parecía difícil ante un empoderado elenco boquense. Y si bien hubo algunas oportunidades en el arco de Agustín Rossi, los delanteros del Verdao estuvieron poco finos en la definición en un inicio.
Una luz de esperanza se abrió a los 52′ con un gol de Luan, pero aún quedaban tres conquistas para soñar con la clasificación. Y el hambre aumentó. Penal de Izquierdoz sobre Dudú y Gustavo Gómez puso el 2 a 1. El Allianz Arena volvía a renacer.
Con este panorama en contra, el Xeneize solo se limitó a administrar el balón y cuidar la cada vez más exigua ventaja total. Sin embargo, Darío Benedetto ingresó por Ábila y el mismo autor de los dos goles en La Bombonera, anotó el empate y de paso, selló el paso a la final con algo de sufrimiento.
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Objetivo cumplido y ahora solo queda esperar. Los eternos archirrivales del país trasandino ya tienen su puesto asegurado en la esperada instancia. Según la Conmebol, la primera final entre ambos elencos será el miércoles 7 de noviembre, mientras que la vuelta, está programada para el miércoles 28 del mismo mes.