Cuentan desde Antofagasta que el plantel de los Pumas se la pasa jugando Fortnite, donde 100 competidores luchan por sobrevivir en una isla y el último que queda en pie, gana. Uno de ellos es Augusto Barrios, la gran sorpresa en la nómina de Reinaldo Rueda para los amistosos ante Costa Rica y Honduras.
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El popular videojuego refleja lo que ha sido la vida del ariqueño, quien tuvo que subsistir a un ambiente hostil en sus inicios para llegar a ser lo que es hoy: una de las figuras del Campeonato Nacional y seleccionado chileno. “En mi población hay harta drogadicción y pobreza, es uno de mis sueños, erradicarlas”, cuenta el futbolista, que se desempeña como volante y lateral derecho.
El jugador de 27 años explica que muchos de su entorno no pudieron resistir en su “isla”, no lograron mantenerse a salvo en su “Fortnite”, donde la pelota es una vía de escape. “El fútbol me mantuvo con la cabeza distraída, pensando en el deporte. Varios amigos y cercanos lamentablemente no siguieron este camino, se desviaron y hoy en día están pagando condenas o viviendo situaciones precarias. Tomé la elección correcta”, recuerda.
Más allá de lo anterior, el ex San Marcos siempre estuvo bien rodeado. “Tengo una familia atrás mío que me ha respaldado y apoyado. Confío 100 por ciento en que ellos me hubiesen llevado por el lado correcto”, agradece.
Sus raíces africanas
Uno de esos familiares era su abuelo. Fallecido hace dos años, también fue un sobreviviente.
“Él era afrodescendiente, de las primeras personas que llegaron a la Región de Arica y se fueron expandiendo por la zona norte de Chile y el sur de Perú y Bolivia”, explica Barrios. De él, tiene un lindo recuerdo en su casa.
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“Un año antes de que falleciera, fue homenajeado por el Ministerio de Cultura por ser uno de los afrodescendientes que todavía estaban con vida en ese entonces. Hicieron un libro de eso, me regaló uno”, cuenta el nieto orgulloso. Augusto no olvida sus raíces.
“Me siento identificado con la gente ariqueña, que es de esfuerzo. Hoy en día tengo un trabajo privilegiado, hago lo que quiero y me gusta, pero mi familia y los que me rodean siguen siendo como el resto de los chilenos, de harto sacrificio”, destaca. Todos sobrevivientes.
Su llamado a la Roja: «Es una experiencia que no se olvida»
¿Te esperabas este llamado?
La verdad es que no me lo esperaba, porque había seguido las nóminas anteriores, del proceso del técnico y de los microciclos, y nunca aparecí. Por fortuna, hice un buen partido contra la Católica y eso ayudó bastante para ser convocado.
¿Crees que tu polifuncionalidad fue un factor para que te llamaran?
Puede ser, porque me he desempeñado jugando en el mediocampo y como lateral derecho. Tengo que ponerme a disposición de lo que pretenda el director técnico.
¿Dónde te sientes más cómodo?
En las dos posiciones me siento cómodo. Empecé en el fútbol profesional como volante y últimamente lo vengo haciendo bien igual de lateral derecho, así que no me complica.
¿Tienes algún referente de esta Generación Dorada?
Los sigo a todos en sus clubes, estoy orgulloso de ellos, intento ver la mayoría de sus partidos. Han dejado el nombre de la Selección muy en alto y compartir camarín con ellos me pone contento, es una experiencia que no se olvida.
Futbolísticamente hablando, ¿te sientes identificado con alguno?
En general, el futbolista chileno es muy aguerrido, de harta lucha y buen juego con la pelota en los pies. Ése es mi fuerte.
¿Te ves reflejado en alguno?
Me gustan Gary Medel, Arturo Vidal y Charles Aránguiz. Con ellos me siento más identificado.
Se ha hablado de un interés de Católica. ¿Tienes predilección por algún grande?
Yo tengo contrato vigente con Antofagasta. Con Católica no ha habido nada, con ninguno de los grandes.
Pero me imagino que el objetivo es dar el salto a uno de ellos…
Sí, obviamente. Estar en esos clubes te ayuda mucho a tener más vitrina para estar en las siguientes convocatorias.