El Gráfico Chile

La serie de desaciertos que han sumado la dupla Ruiz-Tagle y Espina en sus primeros meses en Colo Colo

La mala elección en las contrataciones, el fallido despido de Héctor Tapia, y los malos resultados en el Campeonato Nacional han marcado el retorno de los dirigentes al Monumental.

Gabriel Ruiz-Tagle volvía en gloria y majestad a finales de abril a la presidencia de Blanco y Negro tras contar con el apoyo del bloque de Leonidas Vial para derrotar a Aníbal Mosa. En su nuevo periodo, una de las primeras medidas que tomó fue recuperar un cargo que estaba perdido, el de gerente deportivo, y contrató a un histórico del club: el ex capitán y multicampeón, Marcelo Espina.

El Cabezón fue anunciado durante el receso del Campeonato Nacional y desde ese mismo instante comenzó a trabajar para enfrentar el segundo semestre, donde su gran objetivo era la Copa Libertadores. Pese a que recién en agosto arribó a Chile, ya que decidió finalizar de buena manera su relación contractual con ESPN, donde era comentarista deportivo, el ex jugador y técnico de los albos, en conjunto con Ruiz-Tagle y el técnico Héctor Tapia, quien asumió tras la salida de Pablo Guede con el visado del nuevo presidente, se pusieron a planificar un segundo semestre donde han estado lleno de desaciertos, partiendo por el fracaso de su nuevo DT.

Los refuerzos no rindieron lo esperado

Colo Colo realizó cuatro contrataciones para el segundo semestre: Danny Pérez, Esteban Pavez, Lucas Barrios, y Damián Pérez. Ninguno rindió a la altura y han sido largamente cuestionados por los fanáticos y parte de la dirigencia.

El venezolano Danny Pérez, por ejemplo, llegó tras una dudosa triangulación con Deportes La Serena, club que lo compró y que lo envió a préstamo por dos años hasta el Monumental, siendo su agente Fernando Felicevich una pieza clave para ubicarlo en el Cacique. El joven venezolano fue inscrito en la serie Sub 19, donde ha tenido un irregular paso, y pese a que ha entrenado con el primer equipo, no ha sido citado por Tapia.

Esteban Pavez, en tanto, fue solicitado por el propio DT, pero no ha repetido su buen primer periodo en los albos, siendo suplente, no teniendo regularidad, y sufriendo una lesión que lo dejó casi un mes sin jugar.

La gran carta en materia de contrataciones fue Lucas Barrios. El delantero, quien rechazó la oferta que le realizó Mosa en diciembre pasado, llegó en agosto de la mano de Ruiz-Tagle tras una rápida negociación, donde fue clave una reunión que tuvo en Argentina con Espina. No obstante, el ariete ha dejado muchas dudas, su aporte ha sido escaso, y no ha sido el refuerzo esperado. Por lo mismo, y evitando que hayan más cuestionamientos a la plata que invirtieron por la Pantera, quien gana 50 millones por mes, no descartan venderlo una vez finalizada el torneo, pese a que tiene contrato hasta el 2020.

El cuarto refuerzo fue el lateral izquierdo Damián Pérez, quien llegó de la mano de Espina. Es más, el gerente deportivo, en la presentación del zurdo, aseguró que lo conocía desde su época de Arsenal y por eso, pese a que era pretendido por Racing de Avellaneda, la negociación se dio rápido.

Rapidez que se dio gracias a que el representante del jugador es Christian Bragarnik, dueño de Unión La Calera y que maneja gran parte del fútbol argentino, quien es muy cercano a Espina. Mismo agente, además, del entrenador Diego Cocca y el jugador Brian Fernández, ambos nombres que están rondando en el Monumental. 

Este vínculo comenzó a generar ruido al interior de Blanco y Negro, en especial en el bloque opositor a Ruiz-Tagle, y no ven con buenos ojos la estrecha relación que tiene el gerente deportivo con Bragarnik.

El fallido despido de Héctor Tapia y sin Libertadores para el 2019

Después del empate 1-1 con O’Higgins en Rancagua, Ruiz-Tagle, en conjunto con el bloque que lo apoya y con Espina, estaban más que dispuestos en despedir a Tapia. Sin embargo, el Club Social y Aníbal Mosa hicieron cambiar de opinión al presidente de la concesionaria que maneja a Colo Colo, por lo que el DT logró seguir en el cargo hasta diciembre, que es cuando finaliza su contrato.

La decisión de no echarlo fue un duro revés y vista como un fracaso por el presidente y el gerente deportivo, ya que estaban decididos a cesar al técnico que ellos mismo trajeron por la pésima campaña que realizó Colo Colo en el Campeonato Nacional. La idea era dar un golpe a la mesa para demostrar su poder, pero les salió el tiro por la culata.

Los malos resultados con Tapia al mando tienen a los albos sin Copa Libertadores para el 2019 y su único premio de consuelo es clasificar a la Copa Sudamericana, un objetivo que, a falta de dos fechas, tampoco lo tienen asegurado.

Ruiz-Tagle y Espina suman sus primeros fracasos dirigiendo los destinos del plantel más caro del fútbol chileno y el próximo año asoma como transición en Colo Colo, ya que el presupuesto para la conformación del plantel será austero y las obligaciones serán pelear el título y clasificar nuevamente para la Copa Libertadores.

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