La suspensión de la final de la vuelta de la Copa Libertadores se transformó en un verdadero escándalo. Aunque la posibilidad de desmanes eran altas y muchos sabían que podían pasar, no se evitaron y el bus de Boca Juniors fue apedreado cuando estaba llegando al estadio Monumental para enfrentar a River Plate y terminó con los vidrios rotos. Una situación que generó un verdadero caos y terminó con el partido suspendido.
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El ataque generó lesiones en los jugadores de los xeneizes, especialmente en Pablo Pérez, quien sufrió una úlcera en la córnea provocada por astillas de vidrios, y también se vieron afectados por el gas lacrimógeno que tiró la policía y que entró por los vidrios rotos del vehículo. Por lo mismo, considerando el estado en el que estaba el plantel, Boca Juniors pidió que no se juegue el partido, pero siempre encontró la negativa de la Conmebol, quienes, incluso, tuvieron el apoyo de la FIFA con una postura que fue dado a conocer en reuniones privadas por el presidente del organismo, Gianni Infantino.
Así, las reuniones iban y venían en el Monumental, y en dos oportunidades se comunicó por parte de la Conmebol del aplazamiento del encuentro, primero a las 18:00 horas y luego a las 19:15 horas. Sin embargo, la medida no dejó conforme a los xeneizes, quienes, considerando el duro momento que vivieron y el estado de salud de Pérez, por ningún motivo querían jugar el partido.
Fue ahí, cuando ya estaban rendidos a jugar la final en condiciones completamente adversas, que encontraron el apoyo de su archirrival, firmando un «pacto» para pedir que la final de vuelta de la Copa Libertadores no se juegue este sábado y sea aplazado para el domingo. Un gallito que terminaron ganándole a la Conmebol y a la FIFA.
«No es la primera vez que recibimos piedrazos, pero cuando vimos la cantidad de jugadores con cortes, con molestias, a algunos les faltaba el aire, no son condiciones normales para jugar una final. Como argentino y dirigente de fútbol, me avergüenzo. Boca pidió porque no se podía jugar, la gente de River se preocupó y apoyó lo que dijimos«, señaló Daniel Angelici, presidente de Boca Juniors, sobre el apoyo que encontraron en River Plate.
En tanto, el presidente de los Millonarios, Rodolfo D’Onofrio dijo que «River creyó conveniente apoyar a Boca en pasar el partido para mañana. Nos pusimos de acuerdo y firmamos para que se juegue mañana a las 17.00 en El Monumental. Ninguno debe tener ventaja de ningún tipo».