Los futbolistas rusos Alexandr Kokorin (Zenit) y Pavel Mamaev (Krasnodar), quienes protagonizaron un escándalo de proporciones en octubre pasado, siguen en la cárcel y enfrentan un futuro muy incierto.
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De hecho, ambos jugadores de la selección rusa podrían pasar las fiestas de fin de año en prisión preventiva, ya que los persecutores del caso pidieron dos meses más de arresto para los dos.
Así lo informó el tribunal, mientras que el ministerio del Interior ruso pidió que Kokorin y Mamaev sigan encerrados en la prisión de Butirka hasta el 8 de febrero, por lo que su próxima liberación se ve muy complicada, ya que la justicia rechazó los recursos de sus abogados que pedían sólo arresto domiciliario.
El tribunal Tverskoi de Moscú reveló que el 5 de diciembre decidirá si amplía la medida cautelar contra ambos futbolistas, que de momento estarán en la cárcel hasta el próximo sábado 8 de diciembre.
Kokorin y Mamaev fueron encarcelados a mediados de octubre en virtud de la parte 2 del artículo 213 (vandalismo) y 116 (agresión) del código penal de Rusia, tras agredir a dos funcionarios públicos y a un conductor de un vehículo.
Los dos podrían estar hasta siete años encerrados en prisión.
