Héctor Tapia vivió su último partido como entrenador de Colo Colo en su segundo ciclo, que tuvo un rendimiento muy bajo y su adiós fue con una derrota ante Universidad de Concepción por 2-0 en el estadio Monumental.
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Fue una jornada muy triste para Tapia, quien fue el último en ingresar a la cancha del Monumental antes del partido, con un recibimiento muy tibio ya que fue aplaudido por algunos hinchas que llegaron al recinto de Macul.
Durante el partido mostró su faceta habitual: observando el partido solo en una esquina, dando instrucciones y molestándose cuando las cosas no salían bien, conversando con sus asesores para realizar las modificaciones.
Sin embargo, el cierre del torneo fue parecido al resto del año: con un resultado adverso para el Cacique. Tras la caída ante el Campanil por 2-0, Tapia se fue en solitario al camarín y casi sin ninguna reacción de los hinchas.
Cuando todos esperaban la conferencia de prensa, desde Colo Colo anunciaron sorpresivamente que el técnico no iba a hablar y así se repitió la historia del jueves cuando tampoco se presentó en la sala para dialogar con los medios.
Es más, Tito fue uno de los primeros integrantes de su cuerpo técnico en abandonar el estadio Monumental, sin tener contacto con nadie, ya que en su última semana en el Cacique optó por el silencio.
Así fue la silenciosa partida de Tapia, quien pese al irregular rendimiento, logró levantar a un equipo que estaba prácticamente eliminado de la Copa Libertadores llevándolo hasta cuartos de final tras 21 años de ausencia y logró la clasificación para la Copa Sudamericana 2019.
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Sin embargo, el dolor del ex mundialista Sub 17 en Japón 1993 tiene que ver con la horrible campaña local, donde no peleó el título, quedó fuera en primera fase de la Copa Chile y completó 10 partidos oficiales sin ganar -igualando la peor racha de la historia del Cacique-.