Los que estamos involucrados en el mundo del fútbol sabemos que Cristián Muñoz es un buen tipo. Lo es con los periodistas, siempre disponible para una entrevista, en los triunfos y en las derrotas. También lo es con los compañeros y los rivales, con quienes cuesta recordar un encontrón durante su larga estadía en Chile, que arrancó en el ya lejano 2005.
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Y, cómo no, lo es con los árbitros, quienes escogieron al arquero de Universidad de Concepción como Jugador Fair Play de la temporada del balompié criollo.
Sus 41 años le entregan la sabiduría necesaria para no meterse en problemas, como lo reflejan sus números. Pese a su veteranía, estuvo presente en cancha en los 2.700 minutos que disputó el Campanil en el recién terminado Campeonato Nacional, donde no recibió ninguna tarjeta, ni amarilla ni roja.
Los jueces no tuvieron motivos ni siquiera para amonestarlo y por eso se lleva el premio al «juego limpio» en La Gala El Gráfico-ANFP 2018. Un Tigre manso.