Boca Juniors se prepara para un 2019 donde tiene sed de venganza, tras haber perdido la final de la Copa Libertadores ante su eterno rival River Plate, una mancha negra que lo acompañará toda la vida.
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Para eso, los xeneizes esperan realizar una limpieza de plantel y en ese escenario se plantean varios nombres de refuerzos para el próximo año, buscando recuperar el cetro del mejor del continente.
Y uno de esos es el polémico Felipe Melo, volante brasileño del Palmeiras, que parece estar en la órbita de Boca para 2019 en el intento de reforzar la zona media del campo de juego.
El volante de 35 años, que disputó el Mundial de Sudáfrica 2010 con Brasil, tiene contrato hasta fines del próximo año y reconoció que es hincha de Boca, lo que facilitaría su llegada al club.
Su problema es que el Verdao no quiere dejarlo partir y además su perfil polémico que lo ha complicado durante su carrera, en la que se ha visto involucrado en varias situaciones desagradables dentro y fuera de la cancha.