El Gráfico Chile

Rafael Viotti, el hombre que no abandona la Primera B: “Gracias a esta división tengo mi casa y mi auto”

El delantero argentino nuevamente pondrá sus goles en un cuadro del ascenso, tras firmar por Cobreloa, donde con Víctor Rivero a la cabeza, asoman como los grandes favoritos para llegar a Primera: “Seguramente estaremos a la altura”, apunta.

Rafael Viotti y Víctor Rivero son química pura en Primera B. Cada vez que el técnico tomó un equipo y contrató al goleador, al final de temporada terminaron logrando el ascenso a la división de honor del fútbol chileno: San Luis (2015), Everton (2016) y Unión La Calera (2017), fueron prueba de aquello. Un verdadero talismán.

Ahora, profesor y alumno nuevamente se verán las caras en Cobreloa, club por el que Viotti fichó tras una temporada en Santiago Wanderers. En Calama, Rivero armó un plantel de miedo, donde fichó a viejos conocidos como Gonzalo Abán y Claudio González, con quienes logró el ascenso en los cementeros.

Viotti atiende el llamado de El Gráfico Chile apenas unas horas después de dar por finalizadas sus vacaciones en su natal barrio de La Boca en Buenos Aires, y desde donde se vino manejando por tierra hasta Quillota por más de 15 horas. «Tomé la carretera y por eso no te pude contestar», revela.

¿Qué palabras tienes para tu llegada a Cobreloa?, un equipo que ya asoma como favorito para el ascenso

Contento primero por todo lo que significa Cobreloa. Yo no puedo decir nada lo que es Cobreloa, porque todo el mundo lo sabe. Así que solamente puedo decir que me voy a preparar de la mejor manera para llegar al objetivo, tengo ganas de lograr el ascenso que no pude con Wanderers, y sé que con la gente que tengo alrededor no tengo dudas de que vamos a lograr el objetivo.

¿Qué pasó en Wanderers, por qué te fuiste?

Primero terminé contrato y luego también por un gusto futbolístico. Tuve una charla con Miguel (Ramírez), me dijo lo que pensaba, yo le dije lo que pensaba también y como toda cosa del fútbol eso queda entre los dos y nada más. Así que decidí tomar otro rumbo, salió lo de Cobreloa, que fue firme y solamente tuve algunos sondeos donde había que esperar. Ya en un momento dije ‘hay que definir’ y no me desagradó la oferta, hay gente que conozco con la que iría a la guerra. Es un lindo desafío.

Por tus palabras deduzco que Miguel Ramírez prácticamente te «cortó»…

A veces el fútbol pasa por un tema de gustos. Yo solo tengo palabras de agradecimiento al tiempo que compartimos y por estos meses que me tuvo como jugador. Y como digo, hay algunas cosas que quedan entre jugador y técnico, yo soy caballero y respeto los códigos.

¿Entonces fue por rendimiento o hubo algo más?

Puede ser por rendimiento, pero repito, hay cosas que quedan entre jugador y técnico. Uno siempre es autocrítico, si uno no es autocrítico no puede ganar lo que ganó, o deja de ser exigente con uno mismo. Pero del pasado no se acuerda nadie, y el fútbol muchas veces es presente.

Otro año en la B y con Víctor Rivero ¿Te consideras un talismán de la división?

Uno va marcando su carera con las decisiones que toma, y por motivos que a veces no pasan por mí nuevamente me toca estar otra vez en esta división. Pero siempre estoy contento de jugar en la B, porque gracias a esta división tengo mi casa y mi auto, por eso tampoco es que diga que retrocedí. Siempre uno va progresando en muchas cosas, aunque obviamente si me preguntas si quiero jugar en Primera yo te voy a decir que sí. Hay algo dentro de mí que me dice que este club me va a dar la posibilidad de cumplir un sueño y jugar en Primera. Tampoco es que estoy enojado por jugar en la B, para nada. Esta categoría me hizo crecer como persona, en lo económico, me dio la posibilidad de tener mi casa en este país. Por eso uno tiene que tomar la responsabilidad de que es grande y tiene experiencia, y eso uno tiene que demostrarlo cada vez que juega.

¿Te sientes más cómodo jugando en la B? Dicen que es una categoría más difícil…

Lo que te puedo responder es que esa es la única división en la que jugué y sé cómo se juega, en Primera División no sé cómo se juega. Pero a los que conozco, que han jugado en esta categoría, todos coinciden que es muy difícil. Yo me siento capacitado para jugar en Cobreloa, como en todos los clubes anteriores, si uno hace las cosas bien, seguramente estaremos a la altura.

¿Influyó en algo Victor Rivero en tu decisión de ir a Cobreloa?

Yo me junté a hablar con él antes de vacaciones, hablamos un rato, después cuando lo confirmaron como técnico de Cobreloa hablamos de vuelta, yo le di mi palabras y la palabra es lo principal, me criaron así. Yo le dije que si me esperaba un poquito, si surgía la opción de jugar en Primera, me dijo que no había problema, él lo entendió. Es una gran persona y por eso también estoy donde estoy.

Te vas de la quinta región, donde casi siempre jugaste en Chile… ¿Crees que te va a costar la adaptación en el norte?

No va a ser difícil, uno es privilegiado porque hace lo que le gusta que es jugar al fútbol. Lo que me da cosa es mi familia, partir para otra ciudad, con niños chicos que van creciendo que te preguntan dónde queda este club, pero yo voy a jugar al fútbol y a hacer lo que me gusta.

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