No se pudo tomar revancha. Al igual que en el estreno del año pasado, Nicolás Jarry (45° del ranking ATP) cayó frente al argentino Leonardo Mayer (53°) por la primera ronda del Abierto de Australia, el primer Grand Slam de la temporada.
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El chileno se inclinó por parciales de 7-6 (4), 7-6 (3), 4-6 y 6-3 en un partido donde casi nunca le pudo encontrar respuesta ante el sólido y potente servicio del trasandino. De hecho Yacaré pareció ser una torre ante el nieto de Jaime Fillol.
La primera manga fue bastante pareja y si bien el Príncipe salvó un par de break points en el cuarto juego, ambos mantuvieron sus saques hasta definir todo en un tie-break. En el desempate, el correntino marcó la diferencia con su sólido servicio (no lo perdió nunca y ni se generó ocasiones de ruptura en contra), y con un 7-4 desniveló el cotejo.
En el segundo capítulo, el nacional se generó recién una oportunidad de quiebre en el cuarto game, pero el campeón de la Copa Davis 2016 salvó todo con su saque. Luego los dos sostuvieron sus servicios y en un nuevo tie-break el argentino volvió a estar impecable.
En la cuarta manga las acciones siguieron parejas, pero el criollo logró por fin pudo quebrarle a su rival en el noveno juego, y después cerró el parcial tras un revés largo del argentino, provocando la algarabía de la gran cantidad de chilenos que llegaron al court 15 del Melbourne Park.
Sin embargo, en el cuarto episodio Jarry acusó el cansancio y cedió su saque en el octavo game, para que luego Mayer abrochara todo en casi tres horas y cuarto.
Ahora, el número uno de Chile tendrá que concentrarse solamente en el cuadro de dobles, donde hará dupla junto al argentino Máximo González.
