Si hace un mes y medio todo era alegría en River Plate tras ganarle la Copa Libertadores a su archirrival Boca Juniors, por estos días parece sufrir las consecuencias de haber llegado a lo más alto y eso se ha visto reflejado en un bajón futbolístico que decantó en una seguidilla de derrotas. Al parecer, la transición después del éxito no está siendo fácil para los Millonarios y para Marcelo Gallardo.
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Desde aquel glorioso 9 de diciembre, cuando vencieron por 3 a 1 a los xeneizes en el Santiago Bernabéu para ser campeón de América, los Millonarios han jugado cuatro partidos oficiales y suman tres derrotas, una de ellas por definición a penales. El primer mazazo vino en el Mundial de Clubes tras empatar de forma sorprendente a dos tantos con el Al Ain, quedando fuera del camino a la final por la derrota que le propinaron los árabes desde los doce pasos.
Luego, vino la definición por el tercer puesto y ahí se repusieron para vencer por 4-o al Kashima Antlers de Japón. De ahí en más, ha jugado tres encuentros y sólo le ganó el amistoso a Nacional, sumando dos duras derrotas como local en la Superliga Argentina ante el Defensa y Justicia dirigido por Sebastián Beccacece y frente a Unión, este jueves por la noche.
Las consecuencias parecen ser parte del éxito. El desgaste físico y mental que ha significado estar a un alto nivel de exigencia en los distintos torneos que disputó en 2018 generó una gran merma tanto en el plantel como en el técnico Marcelo Gallardo, quien en innumerables ocasiones ha declarado ante los medios el cansancio que ha significado realizar extenuantes viajes a Europa y Medio Oriente.
La oportunidad para salir de esta racha de malos resultados se podría dar este domingo desde las 19:20 horas, cuando enfrente de local por la Superliga enfrente a Patronato. Ahora tendrá que demostrar de una vez por qué son el mejor equipo del continente.