Flamengo está bajo la lupa tras la tragedia que ocurrió este viernes en el complejo deportivo Ninho do Urubu donde 10 personas murieron en un incendio durante la madrugada.
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La alcaldía de Río de Janeiro dijo en un comunicado el viernes por la noche que el club de fútbol fue sancionado 30 veces con multas debido a infracciones en el campo de entrenamiento Ninho do Urubu, que fue clausurado en octubre de 2017.
Además, aseguró que el permiso de funcionamiento solo está vigente hasta el 8 de marzo, lo que ahora quedó en una incertidumbre total luego de lo ocurrido este viernes. De hecho, se informó que los dormitorios donde murieron los futbolistas adolescentes tenía licencia para funcionar como playa de estacionamiento.
Otro problema es que el estado de carbonización de los restos de los jóvenes fallecidos dificulta su identificación, admitieron este sábado fuentes del Instituto Médico Legal de Río de Janeiro.
De momento solo pudieron identificar a cuatro víctimas del desastre y se ve complicada la operación por los otros restantes. Hasta ahora, se reconocieron los restos de Arthur Vinícius de Barros, Bernardo Pisetta, Pablo Henrique da Silva Matos y Víctor Isaías.
Según Flamengo, todavía falta reconocer los de Athila Paixão, Gedson Santos, Christian Esmério, Jorge Eduardo Santos, Rykelmo de Souza Vianna y Samuel Thomas Rosa.
