Christian Garín (91º ranking ATP) está viviendo un gran presente y así lo dejó claro en su estreno en el ATP 500 de Río de Janeiro. Luego de un gran 2018, donde ganó tres Challengers seguidos y jugó otras tres finales más de la categoría, el Tanque comenzó el 2019 dando de qué hablar tras convertirse en el héroe del equipo chileno de Copa Davis y ahora ganando su primer duelo en un torneo de esta categoría, la tercera tras los Grand Slams y Masters 1.000.
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El dirigido por Andrés Schneiter, por primera vez en su carrera, ganó partidos en cuadros principales ATP en semanas seguidas, pues la semana pasada llegó a octavos de final del ATP 250 de Buenos Aires, donde cayó ante el futuro campeón, el italiano Marco Cecchinato.
La semana pasada, en la capital argentina pudo cortar una racha de seis años sin ganar en el cuadro principal de un torneo ATP y por primera lo hizo fuera de casa. El único triunfo que ostentaba el nacional en esta categoría se remontaba al 2013, cuando, dos años después de convertirse en profesional, venció al serbio Dusan Lajovic en el desparecido torneo de Viña del Mar con parciales de 6-3 y 6-4.
Tras ese triunfo, el número dos de Chile estuvo jugando torneos Futuro, Challengers, y las qualys a los torneos ATP, en los que, cuando lograba ingresar al cuadro principal, se despedía en primera ronda, hasta lo ocurrido en el Argentina Open, la semana pasada. Todo esto, sin contar la Copa Davis.
Y ahora, el futuro asoma alenatador para «Gago», porque en segunda ronda del Río Open enfrentará al prometedor canadiense Felix Auger Aliassime, a quien ya venció en un durísimo duelo en Buenos Aires. En caso de repetir esa victoria (juega este miércoles cerca de las 20:30 horas de Chile), el nacional podría dar un gran salto.
Esto porque Garín asegurará su mejor ranking ATP y de paso se pondría a tiro de cañón de convertirse en el número uno de Chile superando a Nicolás Jarry, quien caerá al puesto 60 aproximadamente el próximo lunes y quien luego debe revalidar 150 puntos por la final de Sao Paulo, cuestión que se ve muy complicada dado el presente del Príncipe.
De hecho, justamente en Río, pero en 2018, fue cuando Jarry dio su primer gran aviso al circuito haciendo semifinales. Esta vez es Garín quien quiere repetir esa proeza y escalar el próximo peldaño para meterse de lleno en la gira de torneos importantes. Y el cuadro lo favorece, porque si derrota al prodigio Auger Aliassime, lo espera en cuartos de final el vencedor del duelo entre el español Jaume Munar y el británico Cameron Norrie, dos jugadores de su generación y a quienes ya pudo vencer.
Todo está en las manos, o más bien, en la raqueta del chileno, que busca cumplir los pronósticos que lo daban como el líder del recambio del tenis chileno.