Mario Salas lo había anticipado en la previa de enfrentar a Universidad de Concepción, que sería un partido especial, puesto que volvería a estar en la banca de Colo Colo del estadio Monumental, después de casi 12 años.
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Anteriormente lo hizo como jugador y ahora era su estreno como entrenador en el recinto de Pedrero, donde además, Colo Colo no conocía de victorias desde agosto del 2018, cuando venció a Universidad de Chile.
Por lo mismo, la jornada fue tensa y durante los 90 minutos, el Comandante no se cansó de dar instrucciones y siempre, estuvo de pie.
Desde el minuto uno comenzó a imponer su sello. Gesticulando, dando instrucciones a sus defensas, como por ejemplo, tras un largo carrerón de Óscar Opazo. El Torta quedó sin energías y el técnico lo alentó a seguir adelante y que tenía que entregarse por completo.
Lo mismo ocurrió en el segundo tiempo con Pablo Mouche, quien fue una de las figuras del compromiso. Conversó con sus asistentes y en el segundo tiempo, estaba con papel en mano dando órdenes.
Más de un reclamo tuvo con el cuarto árbitro, Piero Maza y en el primer tiempo, también tuvo entreveros con el el juez central, Roberto Tobar, quien se acercó y conversó por más de un minuto con el Comandante, donde le pidió tranquilidad.
El agónico gol de Javier Parraguez, fue un desahogo total para el técnico y todos los de la banca, ya que corrieron a abrazar al delantero.
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Una vez finalizado el partido, fue el primero en retirarse de la cancha y en la conferencia de prensa no ocultó su satisfacción por comenzar ganando en el Monumental y de paso, cortar la negativa racha de siete partidos sin celebrar en su estadio.
La era del Comandante, que incluyo hasta un lienzo de apoyo en el sector Galvarino, comienza a ilusionar a los hinchas albos…