Feliz estaba Nicolás Castillo tras anotar por fin con la camiseta del América, su nuevo club en México. Una tierra que hace feliz al chileno, que anteriormente tuvo un buen paso por los Pumas, para recalar en el Benfica de Portugal, donde su poder goleador, se apagó.
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Tras su reencuentro con las redes, el delantero conversó con la prensa y manifestó su felicidad al respecto: «Voy de a poco, venía de casi seis meses de casi no tener actividad. Me ha costado mucho y he tenido un mes bastante difícil, pero teniendo y sumando minutos me voy soltando más. La confianza del cuerpo técnico me ha ayudado bastante y seguir aportando al equipo».
A pesar de ellos, no dejó de ser autocrítico, debido a las chances perdidas durante el encuentro ante el Lobos BUAP: «Fallé un gol cantado y no me lo voy a sacar de la cabeza, luego salió el primero. La gente puede manifestarse y ni yo me hubiera perdonado por fallar ese gol, pero por fin pude anotar y darle una alegría a la gente».
Cariño mutuo
Asimismo, agradeció el respaldo de su técnico, Miguel Herrera: «Tanto él, como el grupito me han acogido muy bien y dado la confianza. Tengo que responder en cancha y haciendo goles».
Y parece que el cariño es genuino. En la conferencia de prensa, el siempre temperamental Piojo, defendió de las críticas al jugador chileno, que fue abucheado en algunos pasajes del encuentro: «Es un buen jugador, a veces la gente es un poco exigente, pero hay que aguantar. Trajimos a un gran jugador y afortunadamente superó la instancia cuando la gente comienza a gritar. Terminó siendo importante», argumentó.