Andrés Fazio renunció el pasado jueves a su cargo de vicepresidente de la ANFP y provocó un fuerte remezón en el organismo mayor del fútbol chileno. El dirigente era el hombre fuerte dentro del directorio encabezado por el presidente Sebastián Moreno y también uno de los encargados en los temas que incumben a la Selección chilena. Es más, era el nexo principal entre la mesa directiva y el técnico Reinaldo Rueda.
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La buena relación que tenían Fazio y el entrenador colombiano había servido para solucionar muchos conflictos de la Roja en el pasado, pensando que Rueda hablaba exclusivamente con el renunciado directivo. Al considerarlo como su «mano derecha» dentro de la ANFP, el dirigente de Universidad Católica fue el encargado de viajar junto al seleccionador en todas las giras del equipo, tanto en la era de Arturo Salah como timonel como en la recién asumida por Moreno.
Debido a su larga experiencia en la resolución de problemas y de temas dirigenciales en generales, el actual presidente del ente rector del fútbol chileno confiaba 100% en él para negociar temas complejos. Uno de los desafíos más importantes que tenía en el horizonte, estaban relacionados con los premios a repartir que tendría la Roja en caso de tener una buena presentación en la Copa América de Brasil 2019, y luego en las Clasificatorias rumbo al Mundial de Qatar 2022.
¿Y el nuevo Juan Pinto Durán?
Por otra parte, Fazio también estaba encargado del proyecto «Nuevo Juan Pinto Durán» que preparaban desde que el técnico de la Roja era Juan Antonio Pizzi. La idea era pensar directamente con la renovación o búsqueda de un nuevo centro de entrenamiento para la selección chilena, y que en él se incluya a las series menores del fútbol de nuestro país.
Hasta el momento, Fazio habría entregado los planos y un terreno en Chicureo donde el organismo rector del fútbol nacional planea construir canchas de entrenamiento, edificio corporativo de la ANFP y del INAF, un hotel cinco estrellas para la Roja y otro para las selecciones menores. También un estadio para cinco mil personas, un spa, piscinas, cine, tiendas y museo del fútbol chileno. Pese a ese idea, y a que su intención era dejarlo finiquitado, el ex dirigente cruzado no pudo cumplir con su anhelo y dejó el organismo.
En medio de la preparación para la defensa del título en la Copa América, la Roja pierde a uno de sus hombres claves y de confianza para Rueda, quien ahora escuchará las razones de su salida y evaluará cómo afecta esta salida a su trabajo cotidiano.