Tras la derrota por 4-1 ante Libertad en Paraguay, en su debut por la Copa Libertadores, la Universidad Católica estaba obligada a ganar en su estreno en San Carlos de Apoquindo contra Rosario Central para seguir con vida en el Grupo H del certamen continental. Y los cruzados lo consiguieron con una increíble victoria por 2-1, con un tanto a los 96’.
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Con la presión de sumar de a tres, la UC salió con todo en los primeros minutos, mientras los canallas apelaban a la pierna fuerte para frenar al local, con duras entradas recién empezado el partido e, incluso, un claro penal no cobrado por el árbitro peruano Víctor Hugo Carrillo. En una de esas faltas, se lesionó el infractor Óscar Cabezas e ingresó en su lugar Alfonso Parot, antes de los 10’.
Sebastián Sáez tuvo la más clara en el arranque con un cabezazo. Sin embargo, entre el arquero y el travesaño evitaron la apertura de la cuenta. Luego de ese inicio a gran ritmo, la Franja bajó un poco la intensidad y los rosarinos hicieron pie en la cancha precordillerana. No pasaba mucho, hasta que llegó el minuto 28.
Un pelotazo largo fue cabeceado hacia atrás por un defensa visitante y Edson Puch aprovechó el regalo. Con un puntete en el mano a mano, Comando desató el grito de gol en Las Condes.
Recién entonces despertaron los argentinos, aunque no les dio para llegar con peligro al arco de Matías Dituro, más allá de un testazo de Claudio Riaño que contuvo sin problemas el portero. La Cato se iba al descanso con una justa ventaja mínima.
Increíble desenlace
Dado el marcador, Rosario Central salió con otra disposición en el segundo tiempo. Empezó a dominar la pelota, pero sin generar mayor peligro.
Sí lo hizo al otro lado Saez, luego de un carrerón de José Pedro Fuenzalida, pero el arquero Jeremías Ledesma contuvo su cabezazo. A continuación, César Fuentes lo tuvo tras un tiro de esquina, pero elevó su disparo, mientras que el Sacha, otra vez, casi anota con una chilena que mandó arriba.
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Con 15 minutos por jugarse, el DT canalla Paulo Ferrari agotó sus tres cambios. Recién entonces Gustavo Quinteros hizo el primero, cuando Carlos Lobos entró por el resentido Puch para afirmar el mediocampo.
Pese a ello, en los descuentos, la UC quedó mal parada atrás y Duván Vergara puso el balde de agua fría para el 1-1, a los 92’. Sin embargo, el de siempre, Fuenzalida, se fabricó un penal de la nada y a los 96’, Luciano Aued tuvo sangre fría desde los 12 pasos para decretar el 2-1 definitivo.
Triunfo agónico de los cruzados, que se ponen en carrera en la Libertadores.
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