Un futuro prometedor es el que ya encamina el austriaco Dominic Thiem. Con un tenis excelso, aguerrido y muy certero, derrotó a la leyenda viviente del deporte blanco: el suizo Roger Federer en la final de Indian Wells, por parciales de 3-6, 6-3 y 7-5 en dos horas y dos minutos.
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Para Thiem, este es un logro no menor. Obtuvo el primer Masters 1000 de su carrera y su duodécimo título, frente a un suizo que quería sumar el trofeo 101 de su carrera y su quinto Indian Wells.
El austriaco comenzó algo dubitativo, lo que fue aprovechado por el actual número cuatro del ranking ATP y con un juego más certero, se quedó con la primera manga. El segundo set fue para un Thiem mucho más enchufado y con la arenga constante de su coach, el chileno Nicolás Massú. El Vampiro fue una ayuda psicológica constante para este prometedor joven de 22 años y actual octavo del mundo.
En la manga definitiva, Federer desplegó un repertorio de golpes elegantes y de los que ha hecho gala en toda su carrera. Con 37 años, sigue teniendo un fondo físico impresionante. Thiem luchó bastante y también mostró lo suyo y en definitiva, logró imponer sus términos para quedarse con el partido.
El pupilo de Massú de esta forma, se impuso por tercera vez en su carrera ante Federer y ya lo aventaja por 3 a 2 en sus respectivos duelos.
