Todos los ponchos al viento: La inolvidable jornada de la folklorica barra del Mushuc Runa en la Sudamericana

Pocos, muy pocos sabían algo del Mushuc Runa de Ecuador antes del duelo frente a Unión Española por la primera ronda de la Copa Sudamericana. Incluso, el propio cuerpo técnico encabezado por Fernando Díaz, comenzó a hacer un arduo seguimiento a través de videos para analizar futbolísticamente al cuadro de Ambato que con mucho oficio terminó llevándose un sorpresivo empate desde Santa Laura.

Pero lo que más llamó la atención del elenco visitante fue su pequeña y particular hinchada. Compuesta por un centenar de fanáticos, la barra del debutante Mushuc Runa no dejó indiferente a nadie. Y es que apenas se instalaron en la tribuna norte Atilio Cremaschi, los ecuatorianos captaron la atención por su folklórica vestimenta: todos de blanco y abrigados por un poncho rojo, sinónimo del sentido de pertenencia con la población aborigen de Ambato, ciudad donde se afinca el club fundado en 2003.

Con el paso de los minutos y la grata temperatura, la mayoría de los hinchas se desprendió del poncho, los que terminaron volando al viento cuando a los 70′, Esteban Rivas capitalizó con un sutil toque el veloz contragolpe del cuadro aborigen, lo que desató una verdad la locura en la galería norte del recinto de Independencia con un grito de guerra que los acompañó en la victoria: «¡Y rra! ¡y rra! ¡Mushuc Runa!».

Tras el pitazo final, la alegría era total en la testera del elenco ecuatoriano. El presidente Juan Alfonso Changó valoró la igualdad rescatada desde Plaza Chacabuco. «Con este empate nos vamos contento, hubiese sido mucho mejor los tres puntos, pero en un mes tenemos la oportunidad de jugar en nuestra ciudad, con la altura y esperamos sacar un resultado positivo«, indicó el dirigente en conversación con El Gráfico Chile.

Con su atuendo blanco y el poncho rojo, el abogado explicó que el uso de la vestimenta (tanto en la hinchada como en la delegación) reivindica la lucha de por desarrollar el fútbol en los pueblos originarios de Ecuador. «Hace veinte y treinta años atrás nuestros abuelos y padres no nos dejaban realizar la actividad. Primero había que cumplir ciertas tareas antes de patear la pelota, jugábamos a escondidas«, recalca.

«Pero los indígenas somos emprendedores, por eso estamos compitiendo a nivel internacional. Nuestro proyecto, nuestro sueño es diversificar la profesión de los pueblos indígenas más allá del fútbol. Tener periodistas, comunicadores, futbolistas indígenas y también reactivar la economía indígena a través de restaurantes, hoteles, fábricas de ropa deportiva«, expone el presidente del Mushuc Runa.

Y cerró: «Logramos construir nuestro escenario deportivo a través de mingas, de dar una mano gratuitamente, así conseguimos la recolección de materiales de construcción. Esa es nuestra costumbre indígena y vamos con toda la fuerza, porque no contamos con el apoyo ni del gobierno ni de privados, solo de las cooperativas indígenas, así que nos vamos tranquilos y con mucha satisfacción, incluso con una derrota 2-0 nos íbamos felices«.