La concesionaria Azul Azul tuvo este miércoles su primera reunión ordinaria de directorio sin el renunciado presidente Carlos Heller. A pesar de seguir siendo el máximo accionista de la sociedad anónima que administra a Universidad de Chile, el empresario no asistió a la cita, como tampoco lo hizo su hijo y director, Pedro. Considerando las amenazas de muerte recibidas en contra de su familia, ambos directivos han buscado un alejamiento momentáneo de la institución y no estuvieron presentes.
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Bajo ese escenario, el timonel interino del club, José Luis Navarrete, presidió una junta que tenía por objetivo encontrar una solución deportiva y financiera para la institución laica. Además de ver los balances económicos y cambios administrativos que tendrá la U a futuro, la posibilidad de aumentar el capital de acciones de Azul Azul fue el tema más importante y controversial que se tocó.
Según manifestó el director independiente de la concesionaria, Marcos Kaplún, la idea se habló y aprobó por parte de la mesa directiva en el Centro Deportivo Azul, pero la confirmación para que se haga efectiva deberán ratificarla los controladores minoritarios en la próxima Junta Ordinaria de Accionistas (JOA) del 22 abril.
«Se va a hacer aumento de capital, aunque todo eso se va a ver en la junta. Los controladores son los que tienen que decidirlo. Fue una reunión muy positiva, muy buena, y viendo lo mejor para la U. Lo que sí, no quedó nada confirmado todavía, eso tienen que verlo los controladores», indicó Kaplún afuera del CDA.
«Básicamente, se conversó sobre el proyecto de la U, sobre ingresos y gastos. Se está estudiando todo, porque todo es muy importante para el proyecto a futuro de la U», agregó.
Problemas para Heller
En el caso de que la JOA ratifique el aumento de capital, la U podría recibir una inyección de dinero fresco para paliar las millonarias deudas que presenta la controladora en los últimos años y que también permita devolverle los cerca de tres millones de dólares que la institución le debe a Heller.
Sin embargo, y pese a esa idea, el propio ex presidente de la concesionaria podría ver perjudicado su patrimonio dentro del club, si es que se aprueba esa moción. Teniendo en cuenta que Heller posee un 63.07 por ciento de la SA, un aumento de capital significaría que su porcentaje se reduciría ante el ingreso de nuevas acciones, y si quisiera mantener el control mayoritario, estaría obligado a comprar los nuevos papeles que entregue la Bolsa de Comercio de Santiago.
El poder y el futuro de la U están en incertidumbre, y sólo la próxima Junta Ordinaria de Accionistas podrá definir qué pasará con el destino del club.