Con siete jugadores, Colo Colo es el equipo con más presencia en la selección chilena que está compitiendo en el Sudamericano Sub 17 que se desarrolla en Perú. Buena parte de ese mérito recae en un histórico del Cacique, Luis Mena.
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“Estoy muy contento. Hoy soy el técnico de la categoría 2002, que es la sub 17, pero antes los tuve en la 15 y te llena de orgullo verlos crecer”, expresa Lucho. “Más allá de que siempre nos va a gustar ganar, uno busca aportar un granito de arena para que se vayan desarrollando de la mejor forma y puedan lograr su sueño de ser futbolistas profesionales. Van muy bien encaminados”, complementa.
Uno de los valores más destacados en el combinado de Hernán Caputto ha sido Julio Fierro. El arquero ha mostrado una solidez inusual para un joven de su edad.
“Tiene una gran característica, que es su seguridad”, resalta el ex defensa. “Yo lo conocí cuando era un sub 15 y tuvimos que ir a un campeonato en Valdivia, y le vi hacer cosas de un tipo consagrado. Te llama mucho la atención. Su solvencia y su eficacia bajo los tres palos lo hacen un jugador de mucha proyección”, avisa.
¿Pizarro? “Por qué no, opacar al padre”
Mena tiene una linda historia personal con Vicente Pizarro, el barómetro del equipo de Caputto e hijo del Káiser, capitán del Colo Colo campeón de la Copa Libertadores de 1991. “Por ahí me siento medio viejo, porque lo tuve en mis brazos cuando nació en el 2002 y Jaime era el técnico de nosotros, y ahora me tocó dirigirlo”, recuerda.
A Lucho no le gustan las comparaciones entre ambos, pese a que juegan en el mismo sector de la cancha. “Las encuentro odiosas y en algún momento se lo dije, que todo lo que logra es mérito netamente de él, que no tiene por qué ser comparado con el papá”, cuenta.
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“Tiene características muy llamativas, completamente distintas a las de Jaime. Es un jugador táctico y se ha ido posicionando en un puesto donde no tenemos especialistas hoy en Chile: un volante de contención de buena pegada, con buen manejo de los tiempos”, describe el ex defensa, quien destaca un cambio de actitud de Vicente: “Se transformó también en un tipo agresivo a la hora de recuperar, que era la crítica que se le hacía cuando lo agarré en la sub 15. Es muy confiable y va a lograr cosas importantes, porque es ordenado, metódico y profesional para la corta edad que tiene”.
“Siempre le dije que lo que él logre seguramente le va a costar el doble, porque está el nombre del papá detrás, pero todo será gracias al esfuerzo, al sacrificio y a la perseverancia que ha tenido, y eso lo va a llevar, por qué no, a opacar al padre el día de mañana”, cierra el histórico albo.