Tras una breve experiencia como comentarista, Francisco Arrué no dudó en lanzarse hacia su primera experiencia como entrenador al firmar en Colchagua, elenco que milita en la Segunda División y que debutará este fin de semana cuando arranque el campeonato.
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A días de su estreno en el banco de la Herradura, el ex volante conversó con El Gráfico Chile y entregó detalles de su formación como director técnico, que ya suma una eliminación a penales en Copa Chile frente a Santa Cruz. «Trabajamos todo el día, nos vamos en la noche porque trabajamos en doble jornada y luego nos quedamos analizando los videos de los entrenamientos y al rival», reconoce el joven DT, que tendrá a Felipe Núñez como su fiel escudero.
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¿Cómo ha sido este periodo desde que pasaste de comentarista en televisión a DT de Colchagua?
Primero, lo de comentarista se dio de manera fortuita, después de retirarme la idea era dirigir, pasó un tiempo de dos años, y estaba en lo del Sifup cuando se dio la opción de esta institución, la cual ha sido hasta ahora muy positiva, se dio la oportunidad de traer el cuerpo técnico que quería, el plantel lo armé yo y el club está bien y tenemos todas las condiciones para trabajar. Estamos contentos, entendemos que es una categoría menor, pero está todo muy bien.
¿Qué te motivó a tomar este proyecto?
Antes de firmar aquí tuve una opción real de dirigir en Primera, hasta me junté con los dirigentes para hablar, pero no se dio, después se dio una opción en Segunda pero no reunía las condiciones y cuando estaba en el sindicato se dio esta opción y me llamó gratamente la atención. Me sorprendió que podía tener a mi gente, armar mi plantel, y eso no es menor porque a veces los recursos se los lleva solamente el entrenador, pero acá tengo audiovisual y preparador físico. Me gustó el desafío, es un club que tiene historia y quiere ascender.
¿Los objetivos son más aterrizados considerando que es tu primera experiencia dirigiendo?
No, para nada. Aquí la meta es ascender, no hay otro objetivo. Uno trata de ir por todo en los torneos, busca las expectativas más altas y la nuestra es ascender, y considerando que hay otros clubes de muy buen nivel la idea es ir sumando en todos los partidos.
¿Se armó bien Colchagua para este año?
Sí. Yo traje el plantel, los conozco a todos, hay dos jugadores por puesto, algunos incluso a tres. Tenemos el funcionamiento y el colectivo, yo creo que tenemos para pelear, por lo menos. Entrenamos doble jornada y estamos muy enfocados en el debut del domingo.
Para los que aún no te han visto dirigir… ¿Cómo juegan los equipos de Francisco Arrué?
Mira, en Copa Chile la gente se despidió del equipo aplaudiendo. El sello y la idea es siempre ir hacia adelante, incluso corriendo riesgos en defensa, pero siempre buscando el gol y siendo agresivos. Me gusta el ataque directo, pero no le hago el quite al ataque construido. Y se ha visto, cuando jugamos con el Sindicato, con hasta Santa Cruz, el equipo fue siempre hacia arriba.
¿Te comparas con algún equipo?
Me gustan los equipos de tránsito rápido, de ataque directo, guardando proporciones, me gusta lo que hace Liverpool, lo que hace Mario Salas y Miguel Ramírez.
¿Qué lecciones sacaste de la eliminación en Copa Chile?
Antes de la eliminación tuvimos cuatro partidos. Le ganamos a Colo Colo, al Sindicato, a O’Higgins y perdimos con Deportes Linares. Siempre hemos rescatado lo bueno y lo malo. Podría hablar de cosas tácticas, pero sería dar información a los rivales, je. Nosotros sabemos por dónde pasa la eliminación, tuvimos la pelota, nos creamos las ocasiones y si ves el resumen, ellos llegaron una vez. Cometimos errores, pero no quiero entrar en detalle.
¿Que técnico que te dirigió has tomado como ejemplo en tu proceso de formación?
He aprendido de todos, aunque suene repetitivo, uno de verdad saca lecciones de todos, pero los que más me marcaron fue Mario Salas, que fue el último que tuve como futbolista. Y el que me gustó mucho fue Jorge Pellicer por cómo manejaba el camarín.
¿Y tú cómo lo manejas? Eras un jugador con carácter, explosivo…
No ha sido difícil. Por qué, porque siempre lideré los equipos donde jugué, hay que lidiar con diferentes situaciones por más mínimas que parezcan. No me he sentido incómodo en esta situación, es diferente, pero tampoco es tan diferente como cuando jugaba. Y es verdad que una de mis características como jugador era que yo era muy explosivo, pasional, lo vivía a mil, pero en esta vereda hay que calmarse, pero eso no quiere decir que pierda la pasión.
¿Qué opinión te amerita los constantes problemas que vive la Segunda División?
Es necesario que se tome más en cuenta, que le den más peso, que hubiesen más recursos para temas logísticos. También afecta la falta de difusión porque es una categoría que tiene buenos jugadores, y que mañana darán que hablar, aquí no vienen los jugadores malos, sino al contrario.