Puede que te guste el VAR o no, pero lo cierto es que ha transformado al fútbol en un deporte más justo. También a la Champions League, que ocupa por primera edición este sistema, el cual permitió que el Barcelona venciera a domicilio al Manchester United por 1-0 en Old Trafford, en la ida de los cuartos de final.
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Arturo Vidal, como ha sido la tónica en esta Orejona, arrancó en el banco de suplentes. Desde ahí vio cómo, a los 12 minutos, el juez italiano Gianluca Rocchi anuló un gol de los catalanes, luego de un centro de Lionel Messi que fue cabeceado por Luis Suárez y que rebotó en el brazo de Luke Shaw para meterse en el arco de los Diablos Rojos.
El videoarbitraje posibilitó que un tanto válido no fuera anulado de forma injusta. Gracias a ello, el Barça se ponía temprano en ventaja en el Teatro de los Sueños.
En el resto del primer tiempo, Philippe Coutinho pudo aumentar para los culés, pero David de Gea estuvo notable para repeler con el pie, mientras que Diogo Dalot tuvo la chance de igualar para los ingleses, pero su cabezazo se fue ancho. Así se fueron a descansar.
Vidal entró para abrochar el triunfo
El inicio del segundo tiempo mostró a un Barcelona pocas veces visto, cediéndole la posesión al rival e, incluso, saliendo del fondo con pelotazos. Sin embargo, el Manchester United no inquietó con gran peligro a Marc-André ter Stegen.
Pasada la hora de juego, los catalanes retomaron su estilo habitual, defendiéndose con la pelota en sus pies. Así, salió una habilitación de Nelson Semedo que Suárez estuvo cerca de convertir en gol.
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Justo después, a los 65′, Ernesto Valverde decidió que era el momento de empezar a abrochar el resultado. Por ello, hizo ingresar a Arturo Vidal por Coutinho y a Sergi Roberto por Arthur.
El chileno entró pasado de revoluciones. Cometió una falta cerca del área que Marcus Rashford mandó a las nubes en el tiro libre y, a continuación, se ganó una tarjeta amarilla por otra infracción, a los 71′.
No obstante, con el correr de los minutos, el Rey comenzó a hacer el trabajo para el que ingresó. Recuperó balones y ayudó para que los culés no pasaran sustos.
De esta manera, no hubo grandes incidencias hasta el pitazo final de Rocchi. Ahora, el Barça tendrá que sentenciar la llave en el Camp Nou, el 16 de este mes, donde el King podría verse las caras con el recuperado Alexis Sánchez.