El tenista chileno Nicolás Jarry (83º del ATP) vivió una de las jornadas más dramáticas de su carrera como profesional, luego de perder este domingo frente al experimentado español, Marcel Granollers (107º), por la ronda final de la Qualy del ATP 500 de Barcelona. Aunque el Príncipe contaba con un set a su favor y se aproximaba a quedarse con el segundo, su rival aprovechó sus inseguridades y dio vuelta el marcador para quedarse con el partido por parciales de 7-6 (3), 5-7 y 4-6.
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Pese a ese escenario desalentador, y gracias a que el surcoreano Hyeon Chung se bajó del certamen catalán por molestias físicas, se abrió la posibilidad de un sorteo de Lucky Losers, el cual determinó que la segunda raqueta nacional ingresara al cuadro principal del tradicional Conde de Godó, y donde ya se encontraba clasificado su compatriota Cristián Garin (47º).
Sin embargo, esa no fue la única sorpresa para Jarry durante esta jornada, ya que el sorteo del torneo determinó que su rival en la primera ronda será el propio Granollers, su verdugo en la ronda de clasificaciones. En caso de poder derrotar al ibérico, su contrincante en la próxima fase sería el tenista alemán Alexander Zverev (3º del mundo).
Gracias a este regalo en plena Pascua de Resurrección, Jarry vivió en carne propia su significado y ahora podrá tener una revancha consigo mismo cuando este lunes enfrente al propio Granollers, en el tercer turno de la cancha Manuel Orantes, y alrededor de las 09:00 horas de nuestro país. Garin, en cambio, debutará este martes en un horario y cancha por confirmar.
