Nicolás Jarry (81º) dio un salto de calidad en su carrera, luego de doblegar en la segunda ronda del ATP de Barcelona al alemán Alexander Zverev (3º). Si bien el Príncipe ya había conseguido dos triunfos sobre tenistas ubicados entre los 10 mejores del ranking, nunca había vencido a un Top 3.
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Para encontrar una victoria nacional ante una raqueta instalada en el podio del escalafón planetario hay que retroceder casi una década. Fue el 2 de junio del 2009, cuando Fernando González derrotó al escocés Andy Murray (3º en ese entonces) por 6-3, 3-6, 6-0 y 6-4 para avanzar a las semifinales de Roland Garros.
De ahí en adelante, Mano de Piedra sólo tuvo una oportunidad de volver a enfrentarse a un jugador metido entre las tres primeras plazas del listado orbital. Fue en el US Open de ese mismo año, cuando sucumbió frente al español Rafael Nadal (3º por esos días) por 7-6(4), 7-6(2) y 6-0 en los cuartos de final.
Por su lado, la última vez que Nicolás Massú consiguió un éxito de este calibre fue en el 2005. En esa temporada, el Vampiro se midió contra el estadounidense Andy Roddick (3º en ese momento) en la fase inicial del Masters 1.000 de Hamburgo y lo superó por 7-6(4), 4-6 y 7-5.
Por último, Paul Capdeville tuvo una chance de meterse en la historia en ese mismo Abierto de Estados Unidos del 2009, cuando apareció el británico (2º en ese instante) en su camino en el segundo turno. Aunque logró ganarle un set, terminó sucumbiendo por parciales de 6-2, 3-6, 6-0 y 6-2.
