Después de un inicio de temporada malísimo, con cinco caídas consecutivas en las primeras rondas, el tenista nacional Nicolás Jarry, está nuevamente reencontrándose con su juego, que lo llevó a un buen nivel el año pasado. Tras clasificar a cuartos de final del ATP 500 de Barcelona, después de vencer al alemán Alexander Zverev y al búlgaro Grigor Dimitrov, el chileno tiene un nuevo y duro rival por delante: el ruso Daniil Medvedev.
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De todas formas, el Príncipe se tiene fe con lo que viene y está contento con este renacer tenístico: «Cada partido estoy jugando mejor, me deja tranquilo este inicio de la gira de arcilla. Tuve mala suerte al principio y después buena suerte, porque estaba a tres jugadores de quedar afuera del cuadro y justo tres se borraron. Todo lo que sucedió después fue para mejor y todo pasa por algo», dijo.
Jarry habló de la suerte, debido a que en la qualy cayó con el español Marcel Granollers, pero debido a la baja del el surcoreano Hyeon Chung, pudo entrar el cuadro principal del Conde de Godó, como lucky loser (perdedor afortunado). Y en primera ronda, se «vengó» del mismo jugador ibérico.
El chileno apuesta a ir por más: «Me siento bien y estoy aguantando bien, han sido todos partidos durísimos tanto psicológicamente como físicamente, y estoy logrando llegar bien al tie-break», indicó.
Por último, Jarry elogió a la organización del campeonato, incluso recordando a su abuelo: «Este es un torneo con mucha historia y es realmente bonito. Las instalaciones son excelentes, las canchas, etc. Me gustaría jugarlo siempre y uno aspira y trabaja por quedar en la historia de este torneo. Mi abuelo (Jaime Fillol) jugó acá y gracias a él, estoy dentro de este deporte», cerró.