Bryan Oña pica el balón, engaña a Brayan Cortés y sella la dolorosa e inesperada eliminación de Colo Colo de la Copa Sudamericana, a manos de la modesta Universidad Católica de Quito.
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La desazón se apoderó del plantel albo, quienes no podían creer lo que estaba ocurriendo en el estadio Monumental, donde todos esperaban una fiesta y terminó siendo un funeral.
Es que para nadie estaba en los planes quedar eliminados en la primera ronda de la Sudamericana y el vestuario del Cacique sintió el dolor, el golpe fue duro de los ecuatorianos, porque sumada a la victoria en la ida, el resultado del martes por la noche no estaba en los cálculos de nadie.
El silencio y desazón se apoderó de los jugadores, quienes no atinaban a conversar o incluso, recriminarse por la inesperada eliminación.
Es más, la gran mayoría se retiró rápidamente del vestuario para pasar la pena junto a sus familiares, y dar vuelta rápido la página, ya que este miércoles volvieron a los entrenamientos y tuvieron una larga charla con el entrenador Mario Salas.
Después de un poco más de 40 minutos de consumada la eliminación, los referentes Esteban Paredes y Jorge Valdivia hablaron entre ellos, tratado de buscar explicaciones a lo que había ocurrido en el Monumental, pero no encontraban respuestas.
Ambos jugadores, saben que tendrán que demostrar su jerarquía ante sus compañeros y serán los encargados de levantar el ánimo del goleado camarín albo.
Una tarea que asoma complicada, ya que el golpe fue muy duro y este domingo enfrentarán a Unión La Calera, elenco que va segundo en el Campeonato Nacional con un punto más que el Cacique.
