Lionel Messi fue el gran «ausente» de la increíble eliminación del FC Barcelona de Arturo Vidal ante Liverpool en las semifinales de la UEFA Champions League, con un 4-0 rotundo en Anfield que dejó al argentino sin poder ganar la Orejona.
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El trasandino desapareció en el momento más importante para los catalanes, que no pudieron disfrutar de su enorme talento que los había llevado hasta esta instancia y ante los Reds no fue factor.
Según datos de Opta, Messi no llevó mayor peligro y se apagó en la noche más importante de la campaña para los culé. Tuvo apenas 35 pases buenos y seis malos, lo que está muy lejos de su normalidad. Tuvo cinco disparos al arco, pero ninguno dio con el arco.
Además, recibió apenas una falta -preso de la buena defensa de los ingleses- y también perdió 17 balones, una estadística muy dura para un hombre de su calidad y sobretodo en este tipo de partidos.
Un dolor tremendo para el crack, que había prometido a principios de temporada que Barcelona ganaría la Champions, pero que no la pudo cumplir. Será para la próxima.
