Al presidente del Paris Saint Germain (PSG), Nasser Al-Khelaifi, le llueve sobre mojado. A las posibles salidas de las principales figuras del club parisino y la temprana eliminación de la Champions League a manos del Manchester United, ahora se suma una imputación por corrupción en la adjudicación de torneos deportivos.
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El qatarí, presidente también de la cadena televisiva BeIn Sports, es investigado por la candidatura de Doha al Mundial de atletismo de 2017 y 2019. La acusación tiene relación con dos pagos por un total de 3,5 millones de dólares realizados en 2011 por Oryx QSI, organización de la que es propietario Al-Khelaifi junto a su hermano, en favor de una sociedad de mercadotecnia deportiva dirigida por Papa Massata Diack, hijo del entonces presidente de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), Lamine Diack.
Lo que buscan determinar los jueces a cargo de la investigación es si es que Lamine Diack, a partir de la entrega de dinero, trabajó para posponer las fechas de organización de estos eventos deportivos, debido a las condiciones meteorológicas.
Destacar que el ex presidente de la IAAF ya fue imputado por corrupción pasiva. Su hijo, a quien le habrían hecho el pago, tiene una orden de arresto pendiente por sospechas del mismo delito y de blanqueamiento agravado.
Todo esto se da en medio de las especulaciones por el futuro de las grandes figuras del PSG: Neymar y Kylian Mbappé, que aún no saben si continuarán en la institución en la próxima temporada.