Si hay una superficie que no le acomoda a Roger Federer (3º de la ATP), esa es la arcilla, donde se disputa el segundo Grand Slam de la temporada, Roland Garros, que vio como el suizo de igual forma se metía en tercera ronda.
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El ex número 1 del planeta tuvo una jornada tranquila, porque le tocó ante un rival menor, el alemán Oscar Otte (144º), a quien le ganó sin problemas por 6-4, 6-3 y 6-4, en una hora y 37 minutos de juego.
Federer mostró toda su clase en la cancha principal del major parisino, con sólidos golpes desde el fondo, y pegando siempre cuando tuvo opciones de quebrar, lo que lo llevaron a celebrar.
Ahora Federer tendrá un partido un poco más duro, porque se medirá ante el joven arcillero Casper Ruud (62º), quien viene de sorprender al italiano Matteo Berrettini (31º) por 6-4, 7-5 y 6-3.
