Histórico. Soberbio. Implacable. Rafael Nadal (número 2 del ATP) agigantó su leyenda en la arcilla al conquistar el duodécimo título de Roland Garros tras vencer al austriaco Dominic Thiem (4º) por 6-3, 5-7, 6-1 y 6-1 en poco más de tres horas de partido.
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El tenista español volvió a hacer historia en París de la mano de un juego brillante de tiros ganadores y devoluciones, lo que comenzó a lograr en el primer set tras dos quiebres por lado y uno a favor del manacorí en el octavo juego para llevarse la manga por 6-3.
En el segundo juego el austriaco dio pelea y el trámite volvió a ser parejo hasta el duodécimo juego cuando el pupilo de Massú aprovechó un quiebre de servicio para llevarse el set por 7-5.
El cansancio le pasó la cuenta a Thiem y ahí Nadal sacó lo mejor de su repertorio para llevarse los dos últimos sets por 6-1 y poner sobre la mesa toda su jerarquía como el mejor tenista de la historia en la arcilla.
Nadal es el primer jugador en la historia que gana más de once veces el mismo Grand Slam. Leyenda pura.
Así vivimos la final en París
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