La llegada de Aníbal Mosa a la presidencia de Blanco y Negro fue bombástica, ya que entre sus directores sumó al ex presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), Harold Mayne-Nicholls.
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El ex mandamás del fútbol chileno presentó un plan de trabajo a Mosa el cual sedujo al empresario puertomontino y su labor en el directorio de ByN será más por el lado deportivo que administrativo.
La intención de Mosa es que Mayne-Nicholls sea vicepresidente honorario de la concesionaria y por lo mismo, le ofreció un sueldo de 18 millones de pesos. Para que dicha figura pueda ser aprobada, el presidente necesita el apoyo de seis directores que componen la mesa.
En el primer directorio que encabezó Mosa no logró contar con los seis votos y por lo mismo, se postergó para este viernes la votación donde actualmente tiene cinco sufragios fijos.
Los tres de su bloque, más los dos del Club Social y Deportivo Colo Colo están asegurados y el puertomontino se encuentra negociando el sexto apoyo donde el reciento director ingresado Ángel Maulén, tendrá un rol clave en la votación.
Si bien, tras finalizar el partido ante Puerto Montt, Mosa se mostró confiado en poder contar con la unanimidad del apoyo del directorio, el bloque de Leonidas Vial, no está conforme con el proyecto presentado por Mayne-Nicholls y encuentran que no se justifica el alto sueldo para sus funciones, las cuales, podrían toparse con el gerente deportivo, Marcelo Espina.
Por lo mismo, Maulén, quien en un principio estaba del lado de Mosa pero al momento de elegir presidente no le entregó su apoyo al empresario y se inclinó por Alfredo Stöhwing, será clave en la votación.
Si el ex controlador de la Universidad Pedro de Valdivia le da su apoyo a Mayne-Nicholls, Mosa podrá respirar tranquilo en la presidencia. De lo contrario, un nuevo problema podría sumar en ByN.