El Gráfico Chile

“Nos pagábamos los pasajes”: Lucas Biglia revela el hastío que vivía en la selección de Argentina

El mediocampista que se retiró de la Albiceleste tras de la eliminación en Rusia 2018 dijo extrañar jugar por su país, pero confesó que sus últimos años “fueron de mucha saturación”.

De hace un buen rato que las cosas no vienen bien en la selección de Argentina. Varios jugadores han acusado que el ambiente en torno a la Albiceleste no ha sido grato para ellos y en particular para la figura de Lionel Messi. Esta vez fue el mediocampista Lucas Biglia quien sacó la voz para referirse a esta situación.

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El mediocampista que actualmente milita en el AC Milan y que se retiró de la Albiceleste tras la eliminación en Rusia 2018 confesó en TyC Sports que: «yo la extraño a la Selección, pero hay ciclos que se terminan. Yo me fui muy saturado. Los últimos dos años fueron de mucha saturación, carga emocional«.

El futbolista que defendió la adulta de Argentina en 58 ocasiones sostuvo que «cuando te ven que estás caído, te siguen dando. Pareciera que venimos para cumplir y todo lo contrario«.

Justamente sobre este último punto, Biglia reveló que «nos pagábamos los pasajes. Porque la AFA te daba un billete de 30 horas y yo no puedo tomarme eso si quiero entrenar al otro día. Lo hacíamos porque queríamos ganar un título con la selección Argentina, algo que no tiene comparación con nada«.

En términos futbolísticos, el formado en Argentinos Juniors acusó que «después de Gerardo (Martino) no hemos tenido más una identidad futbolística en la Selección. Hemos pasado por tres entrenadores en menos de dos años. Cuando no tenés identidad empezás a jugar a lo más fácil. ¿Para nosotros qué era lo más fácil? Darle la pelota al 10 (Messi), y pensábamos que el 10 iba a pasar 15 jugadores e iba a hacer el gol«.

El jugador que falló su penal en la final de la Copa América Centenario ante Chile (se lo atajó Claudio Bravo), manifestó que al interior de la Albiceleste Messi «nunca te va a reprochar nada, al contrario. Él se sentía más responsable y más culpable. Cada vez que abre la boca es para decirle a los compañeros que está presente, pero hay que ayudarlo. Así lo demostró siempre«.

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