Chile, siempre a Chile, por qué a Chile. Era la primera vez que la Selección jugaba un Mundial Femenino, y estuvo a un penal de clasificar a octavos de final. Sí, porque en el tramo final del partido ante Tailandia Francisca Lara erró un tiro desde los 12 pasos que era el 3-0 que necesitaban para pasar de ronda. Fue 2-0, no se pudo, pero gracias por la garra que pusieron en Francia.
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La Roja salió con una actitud totalmente diferente a los partidos ante Suecia y Estados Unidos, porque sabía que necesitaba tres goles, y los fue a buscar desde el arranque. El entrenador Letelier modificó el esquema, pensando en una goleada.
Chile quería, Chile buscaba, Chile presionaba, Chile disparaba, Chile soñaba. Pero Chile no podía. La primera gran opción que tuvo el seleccionado nacional fue a los 11 minutos, cuando María José Urrutia remató dentro del área y una asiática desvió como pudo al palo.
El equipo nacional intentó por todos lados, pero las ideas no eran las mejores. Karen Araya, por ejemplo, se equivocó mucho en las decisiones, lo que en el fondo repercutió que fuera reemplazada en el entretiempo.
La principal arma de la Roja eran los centros, con Lara como protagonista, sin embargo no había nadie en el centro del área que los recogiera. En la contra Tailandia era peligroso, aunque siempre estuvo atenta Tiane Endler.
Cuando el primer tiempo moría llegó la mejor jugada de Chile, fue en los pies de Rosario Balmaceda, quien disparó de muy lejos y la pelota dio con todo en el horizontal.
No alcanzó
En el inicio del complemento Chile se llenó de ilusión, porque cayó la apertura de la cuenta con una jugada muy fortuita. Yanara Aedo tomó la pelota dentro del área, la mandó colocada al arco, dio en el poste y en el rebote pegó en la arquera Waraporn Boonsing, entrando al pórtico. Sí, el primer tanto de la Roja en un Mundial femenino fue un autogol.
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Los dirigidas de Letelier siguieron buscando, querían, soñaban, intentaban, luchaban, no se daban por vencidas, y muy entrado el compromiso cayó el segundo tanto. Urrutia peinó un cabezazo dentro del área y la pelota entró muy suave. Da lo mismo, es gol igual, y estaban a un tanto de los octavos de final.
El VAR, protagonista de siempre en el fútbol moderno, «ayudó» a Chile. La arquera Boonsing le pegó una dura patada a Urrutia dentro del área, y con la árbitro Keighley cobró la pena máxima. Era la clasificación, era un gol histórico, no obstante la goleadora histórica de la Roja, Francisca Lara, le pegó con el alma, pero al travesaño. Increíble, pero cierto.
Así vivimos el minuto a minuto
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