Roger Federer volvió a demostrar por qué es el mejor tenista de la historia y este viernes se anotó un nuevo hito en su carrera, al alcanzar nuevamente la final de Wimbledon a los 37 años de edad. Y lo hizo de la mejor forma, al derrotar en el superclásico del tenis mundial a su eterno rival, el español Rafael Nadal, en cuatro sets.
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Federer, segundo cabeza de serie, venció por 7-6 (3), 1-6, 6-3 y 6-4 al español, en poco menos de tres horas de partido, en un duelo donde el suizo fue mucho más certero y demostró que esta superficie se le acomoda más a su juego, en el cual fluyen todas sus facultades extraordinarias para jugar a este deporte.
El suizo empezó a sacar diferencia en el primer set, donde en una cerrada definición logró llevarse el tiebreak, que condicionó el resto del duelo. En el segundo, Nadal quebró de entrada y el suizo prácticamente lo dejó ir, pero con un propósito claro, guardar energías para el resto del compromiso.
Y así mismo fue, porque Federer entró con nuevos brios en el tercero y desde el arranque marcó diferencias con un break temprano y dominando desde el fondo de la cancha, se llevó el parcial y puso contra la pared a su rival, que veía como sus tiros no hacían efectos en el suizo.
La firma llegó en el cuarto set, donde el helvético volvió a presionar el servicio de su archirrival y consiguió el ansiado quiebre en el tercer game. Desde allí no miró atrás, cerró con mucha contundencia y se llevó el partido para la locura de sus fanáticos, que llenaron y gritaron con todo en la histórica Cancha Central de Wimbledon.
En la final buscará su noveno título de Wimbledon y el 21 en total en Grand Slams ante el número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, quien derrotó en la otra semifinal al español Roberto Bautista Agut.
Nole derrotó en las dos finales que se enfrentaron ambos en la Catedral, en 2014 y 2015.
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Revive el relato del superclásico entre Federer y Nadal en Wimbledon
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