Colo Colo daba el golpe al mercado a mediados de 2013 y contrataba al seleccionado paraguayo Justo Villar, quien llegaba con la misión de darle seguridad al arco albo, el cual había sufrido en los últimos años durante muy malas campañas.
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El guaraní rápidamente demostró sus condiciones, se convirtió en ídolo para la hinchada y referente del plantel donde su titularidad fue indiscutida. Sin embargo, todo cambió en 2017 porque Villar sufrió una lesión ante Universidad Católica en marzo de aquel año y debió ser operado de la rodilla izquierda.
Por aquel entonces, el entrenador era Pablo Guede y al constatar que el paraguayo estaría seis meses fuera de las canchas decidió continuar con los arqueros que tenía en ese momento: Paulo Garcés y Álvaro Salazar.
Sin embargo, el desempeño de ambos no dejó conforme a Guede. Es más Colo Colo perdió el título del Clausura 2016-2017, justamente por los errores de los arqueros a manos de Universidad de Chile. Por lo mismo, el DT decidió ir en la búsqueda de un nuevo guardavallas y el elegido fue el argentino Agustín Orión.
La llegada del argentino afectó directamente a Villar, ya que el paraguayo no sería inscrito por los cupos de extranjeros para el Transición 2017. Por eso, al no estar en los planes de Guede, el paraguayo decidió rescindir su contrato con los albos, pese a que su vínculo expiraba en 2018. Esa situación que generó una gran polémica en el club y desató la furia de los hinchas, quienes fueron a despedir al seleccionado paraguayo con cánticos al Monumental, ya que se había convertido en ídolo.
La historia se repitió dos años más tarde, pero ahora con Orión, justamente, quien fue el reemplazante de Villar y el caso fue similar. El ex Boca Juniors, no iba a ser considerado como titular por Mario Salas, tras recuperarse de su lesión en el hombro por la cual fue operado a principio de año. El Comandante tenía considerado por delante del trasandino a Brayan Cortés y a Darío Melo.
Así, tanto Villar como Orión se fueron de mala manera de Colo Colo, ya sea por diferencias con el técnico y la dirigencia, pero se llevaron el cariño y amor del plantel y también de los hinchas.
