Luego de su primera medalla de oro panamericana en su carrera, María Fernanda Valdés mostró toda su alegría. La chilena, que cambió de la categoría 75 a 87 kilos, logró colgarse la presea en su tercera participación.
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Después de bajarse del podio, Valdés no escondió su gran satisfacción por un resultado que esperó varios años: «Estoy contenta, creo que efectivamente se dio el trabajo que habíamos pensado y hay que seguir mejorando, porque están fuertes. Disfrute al máximo, en un minuto igual la sudé, dije ‘oh, cagu…’, pero gracias a Dios salió todo como lo trabajamos«.
La coquimbana señaló que la medalla «vale mucho, pero también casi nada, porque hay muchas personas detrás de ella. Mi psicóloga, el nutriólogo, mis kinesiólogos, el masajista, mi profe, con quien he salido adelante y he tenido un carácter diferente. Neven Ilic, que fue parte de Toronto, en fin, mucha gente, por eso cada pedacito es de alguien, por eso vale casi nada«.
Sobre el último levantamiento en el envión, que la dejó un kilo arriba para quedarse con el oro, Valdés reconoció no saber «cómo lo afronté jaja, no lo había hecho entrenando. Dije ‘voy a salir a la vida, a morir’, pero no morí, salí victoriosa«.
Finalmente, la deportista también bromeó acerca del hecho de haber ganado el oro casi al mismo tiempo de Tomás González: «¿De verdad? Oh, qué buena ¿quién fue antes? Jaja, no mentira«.