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El empate de Universidad Católica 1-1 ante Coquimbo Unido tuvo sentimientos encontrados para Gustavo Quinteros. Si bien el estratega cruzado se lamentó por no poder alargar la distancia a 12 puntos con Colo Colo, el argentino-boliviano se mostró contento con estirarla a 10.
Pero lo que más alegró al entrenador franjeado fue la vuelta a las canchas de Diego Valencia. El delantero de Católica había sufrido un accidente el pasado 28 de junio, cuando un fierro que se desprendió del gimnasio de entrenamiento de la UC le fracturó el cráneo, dejándolo fuera de las canchas por dos meses.
Luego del partido entre los estudiantiles y Santiago Morning por la Copa Chile, Duvier Riascos sufrió una lesión, lo que apuró el retorno del Pollo a las nóminas, pero una adherenciolisis en el bíceps femoral también dejó fuera del partido ante los piratas a Sebastián Sáez, por lo que el formado en San Carlos de Apoquindo tuvo que ser el 9 titular del equipo.
«Diego está muy contento porque volvió a jugar. Los últimos 15 minutos no podía más, corrió mucho, venía de estar parado dos meses. Estoy muy contento, más allá que se pudo alargar la diferencia por un punto, me deja contento que Diego pudo volver a jugar, hizo una jugada espectacular, la diagonal para el gol, seguramente se sintió muy feliz de volver, a lo que le gusta, le apasiona, nos pone muy felices eso», dijo en conferencia Quinteros.
Los minutos que sumó Valencia no solo le sirvieron a él, sino también al equipo, ya que sumado a lo que jugó César Munder (ingresó por el delantero a los 83′), los Cruzados llegaron a 1.226 minutos sub-20, es decir, les resta solo 124 para completar la norma, cuando aún faltan 13 fechas para el fin del Campeonato Nacional.
Además, desde la precordillera estarían buscando un 9 de peso para afrontar los torneos internacionales de la temporada 2020. Lo más probable es que Duvier Riascos no continúe en San Carlos, mientras que la renovación de contrato del Sacha Sáez se verá a final de año según una evaluación de su rendimiento. Con eso sobre la mesa, que Valencia vuelva a las canchas y con una asistencia, sin duda es un respiro para la dirigencia, el cuerpo técnico y, cómo no, él mismo.
